La agenda de recitales en Argentina sigue creciendo y ahora es el turno de la clásica banda australiana Air Supply que llega a nuestro país en 2026.
El dúo se estará presentando el 12 de mayo en el Teatro Gran Rex.
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Para Russell Hitchcock, cantar sigue siendo el centro de todo. Después de más de cuatro décadas arriba de los escenarios, su relación con la música continúa marcada por la pasión más pura: “A esta altura de mi vida, amo estar en el escenario. Tocar canciones tan queridas y ver cómo responde la gente es la mejor parte.” Esa conexión directa con el público sostiene el espíritu de Air Supply, un dúo que, lejos de vivir del recuerdo, continúa girando, grabando y renovando generaciones de oyentes.
Hitchcock lo explica con sinceridad: “I love performing on stage; we all do.” Y lo repite como una declaración de principios: “Me encanta actuar en el escenario; a todos nos encanta.” Incluso cuando admite el lado menos glamoroso de la vida de gira: “Y sí, es desafiante por los viajes, los hoteles… ese tipo de cosas que son un dolor de cabeza.”
Con los años, Russell descubrió algo esencial: “Después de todos estos años descubrí que no puedo hacer otra cosa… y sigo siendo muy bueno en lo que hago.” Esa convicción lo llevó a sostener una carrera que, desde 1975, marcó la historia del soft rock. Parte del secreto está en la forma en que viven su propio legado: “No nos tomamos en serio para nada; tomamos la música en serio, pero queremos divertirnos y que todo el mundo se divierta cuando viene a vernos.”
En lo cotidiano, la vida en la ruta sorprende por su simpleza: “Somos bastante aburridos. Tenemos una botella de vino para después del show, y Graham insiste en tener flores en el camarín… y obviamente las consigo yo, porque él es el jefe.” Ese humor y esa dinámica interna se mezclan con la experiencia que da el tiempo: “Estuve haciendo esto por 42 años y solo quiero hacer los shows sin causar demasiado problema ni demasiada molestia a los promotores.”
Air Supply también observa cómo su público cambia y se renueva: “No cambiaron tanto. Lo que cambió para nosotros es que el público está envejeciendo, igual que nosotros. Es algo cíclico… tenemos muchas canciones en películas… y a los pibes les encanta la música.” Ese fenómeno explica por qué, incluso con décadas de historia, siguen estando presentes en nuevas generaciones.
Parte de su estrategia para mantenerse vigentes fue registrar sus conciertos: “Cada cinco o seis años nos gusta grabar algo en vivo para que la gente esté al día con cómo sonamos y qué estamos haciendo.” Para ellos, capturar un show real es clave: “Fue una gran oportunidad para grabar el concierto tal como era… es lo más actual que podemos entregarles, tanto a quienes nos vieron como a los fans que no pueden llegar a un show.”
Aunque siguen girando muchísimo, la fórmula no cambió: tocar y disfrutar. “Vamos a tocar muchas canciones que la gente conoce… y ahora Graham tiene un solo hermoso en el show, lo que me da un rato para ir atrás del escenario y relajarme unos minutos.”
Instalados en Los Ángeles desde hace años —“Estamos muy establecidos acá”—, el dúo mantiene hábitos simples y una rutina que no rompe el encanto de estar frente al público. Incluso en los momentos más tranquilos, Hitchcock recuerda su parate pandémico con humor: “Me quedé en casa mirando televisión y tomando vino, básicamente por diez meses.”
Hoy, la esencia de Air Supply sigue intacta: música sincera, oficio sólido y un vínculo emocional que cruza generaciones. Como lo resume Russell, con una claridad que no necesita adornos: “Estamos viajando por todo el mundo y somos afortunados.”
