La banda de Black/Death Metal alemana, Kanonenfieber, llegará a la Argentina en el marco de su tour mundial.
El conjunto se presentará el 4 de diciembre en El Teatrito.
Las entradas ya están a la venta en Passline en este enlace y en Icarus Store (Aristóbulo del Valle 104, La Boca).
Para Noise, líder de Kanonenfieber, la música es una herramienta para dar testimonio sin posicionarse políticamente. Lo deja claro: “Kanonenfiebers Menschenmühle y Yankee Division son 100% apolíticos. Todo lo que encontrás ahí es contenido históricamente correcto sin elegir ningún bando ni postura”. Su intención va más allá de la denuncia tradicional, y busca retratar el costo humano: “La propaganda lo era todo en aquel entonces. A la gente se le contaban historias gloriosas sobre orgullo, dignidad y honor. Al final, la mayoría murió en el barro, destrozada por proyectiles”.
Lejos de los discursos nacionalistas, Noise revela una motivación personal: “En algún momento voy a tratar de cubrir la Segunda Guerra Mundial. Mi bisabuelo se ahogó después de que el barco en el que viajaba fuera hundido por un submarino ruso… ¿Podría alguien decir que eso es político? Contra la vida y muerte de mi bisabuelo…?”. No es casual que su objetivo principal sea preservar la memoria desde la veracidad y la vivencia íntima: “No somos una banda de ‘war metal’ y nunca nos pondríamos en un escenario con uniformes… las armas están en silencio… el aspecto psicológico es lo que más importa”.
Ese enfoque se refleja también en sus shows, donde el componente teatral se transforma en una prolongación emocional del relato: “En los conciertos en vivo, Noise, el enigmático frontman, escenificaba escenas como llorar sobre una foto o abrazar a camaradas… autenticidad como intérprete”. Y aunque reconoce la fuerza del arte, mantiene una mirada crítica sobre los límites de su impacto: “No soy tan presuntuoso como para creer que una banda de black metal podría tener algún efecto en ese sentido [el cambio climático]”.
Autonomía total: producción casera, sello propio y conexión post-pandemia
Desde sus inicios, Kanonenfieber aplicó una lógica DIY que fue vital para crecer sin intermediarios: “El respaldo financiero para Menschenmühle era prácticamente inexistente. Hicimos 300 CDs… se agotaron bastante rápido. Reinvertimos el dinero… así pudimos costear vinilos, los vendimos, y así pudimos pagar remeras”. Noise relata cómo ese método artesanal se volvió su estrategia principal: “Comenzar Noisebringer Records con Kanonenfieber fue un bautismo de fuego… empacar, etiquetar y enviar todo eso fue otra historia”.
Aunque reconoce que firmar con un sello puede aliviar tareas como contabilidad o logística, tiene claro el costo: “Firmar con un sello te puede ahorrar todo ese trabajo extra, pero tu ganancia será muy pequeña”. Por eso creó su propio sello: “Nadie allá afuera puede lanzar y promocionar mi música tan bien como yo… es una montaña de trabajo, pero al final todo depende de vos. Y si trabajás duro, los resultados llegan enseguida”. Incluso proyecta abrirlo a otras bandas: “Noisebringer tiene como propósito vender y promocionar mi música… pero quizás en algún momento incluya a bandas amigas”.
