La banda de metal gótico más importantes de Portugal, Moonspell, regresará a la Argentina con su gira llamada "Wolfheart and other stories - The Best of Moonspell 2026".
El conjunto llegará el próximo año el 21 de marzo en El Teatrito.
Las entradas ya están a la venta en la web de Icarus Msic Store en este enlace.
Al mirar hacia 1995, Fernando Ribeiro recordó que Wolfheart nació desde una necesidad de diferenciación: “No queríamos ser los Metallica o Sepultura portugueses. Había muy poco black metal y muy poco gótico, y eso era lo que nos interesaba. Queríamos un álbum más homogéneo, con un concepto claro. Fue difícil, había distintas visiones dentro de la banda, era como una hidra con muchas cabezas”. Incluso así, reconoce el peso de ese momento: “Fue uno de los discos más difíciles que hicimos. Tuvo dolores de parto”.
El verdadero impacto llegó con la ruta: “No fue un éxito inmediato. Todo cambió cuando salimos de gira con Morbid Angel e Immortal, tocando solo canciones de Wolfheart”, recordó. “Robert Kemp nos dijo que habíamos vendido 50 mil discos en un mes, el debut más vendido de Century Media, y yo solo quería una ducha y comida caliente después de dos meses de gira”.
Esa lógica de resistencia marcó a la banda desde entonces: “Siempre tuvimos que pelear por lo nuestro. Nadie nos regaló nada, nos apoyamos en nosotros mismos. No teníamos manager, no teníamos nada, solo nuestra música, y eso sigue siendo así hoy”.
Sobre el significado que Wolfheart fue ganando con los años, lo ve como un fenómeno inesperado: “Se volvió un disco de culto, un símbolo underground. Una banda de Portugal, no de Escandinavia, y eso hizo que mucha gente en Latinoamérica o Europa del Este se identificara”, señaló. Lo escuché por primera vez en un cassette, en un avión, y pensé: ‘está bien hecho, somos nosotros’”.
Entre las canciones, admitió que la relación fue cambiando con el tiempo: “Nos cansamos un poco de tocar ‘Vampiria’, nos parecía infantil a la luz del día, así que la guardamos para ocasiones especiales”, aunque reconoció que el tema sigue vivo: “Después de ver Nosferatu sentí que todavía hay espacio para ese tipo de romanticismo oscuro”. Hoy, su elección pasa por otro lado: “Una de las que más disfruto tocar ahora es ‘Love Crimes’. Sobrevivió muy bien al paso del tiempo”.
Uno de los reconocimientos más singulares llegó desde su propio país: “Que Wolfheart haya sido un sello postal fue una gran sorpresa. Portugal suele ignorar a sus músicos a nivel institucional”, explicó. Para él, el gesto fue profundamente simbólico: “El correo fue nuestro internet en los 90. Pasábamos la vida mandando demos y cartas. Que el disco esté en una estampilla es más significativo que cualquier medalla oficial”.
Hoy, mientras Wolfheart se resignifica y el próximo álbum empieza a tomar forma, la idea sigue siendo la misma: “No queremos funcionar como una oficina ni forzar un disco. Encontramos la dirección otra vez. El disco va a salir en 2026, cuando esté listo”.
