Uno de los mejores cantantes de todos los tiempos que brilló con Led Zeppelin, Robert Plant, regresa al país luego de 10 años para debutar en Argentina con su nueva banda, Saving Grace, junto a Suzi Dian.
La fecha elegida es el 10 de mayo de 2026 y el lugar es el Teatro Gran Rex.
Las entradas se pondrán a la venta mañana miércoles 3 de diciembre únicamente en la web de TuEntrada.
Robert Plant: memoria, madurez y un nuevo presente creativo
Robert Plant está por iniciar una nueva etapa en su vida musical y vuelve a mirar su recorrido con una mezcla de lucidez, humildad y una vitalidad que no afloja. Su vínculo con la música empezó con un impacto que todavía siente en el cuerpo, y que marcó para siempre su búsqueda expresiva. Cuando recuerda su descubrimiento adolescente de Bob Dylan, lo explica con una claridad directa: “La forma en que él lo hacía… no podés usar la palabra interpretación porque es demasiado elegante.” Para Plant, Dylan no filtraba nada: “Él no frenaba en los semáforos, Dylan dejaba que todo saliera.” Ese choque lo atravesó siendo apenas un chico: “Estaba hipnotizado… tenía catorce años.” y lo sintetiza en una imagen contundente: “Dylan no me tocó el hombro, me pegó entre los ojos con esa música.” Ese despertar marcó el inicio de una conexión profunda con lo tradicional, lo espiritual y lo crudo.
Su presente creativo encuentra un equilibrio que buscó durante años y que finalmente consolidó con Saving Grace. Plant recuerda su etapa posterior a Led Zeppelin como un proceso de experimentación constante: “Pasé tiempo después de Zeppelin apuntando a la luna.” Había una sensación de desgaste hacia el final del grupo: “Para cuando llegamos a 1980, nos habíamos quedado sin combustible, por decirlo de alguna manera.” Aun así siguió adelante: “Seguí adelante llevando mi propia bandera…” Hoy, en cambio, dice que logró una formación donde se siente pleno: “Ahora tengo esta combinación. Es un grupo muy unido y muy amable, y parece que llegué a esa zona del folk que viene de años y años de experiencia.” Saving Grace funciona como un espacio de estabilidad creativa, un refugio donde Plant explora un nuevo camino.
Con el paso del tiempo, también cambió su manera de mirar a Led Zeppelin. Ya no recurre a un relato épico ni a una nostalgia dura; lo integra a su historia personal como un tramo extraordinario dentro de una vida común y compleja. Plant lo expresa con sinceridad: “Solo puedo decir que tuve el tiempo más extraordinario para un chico promedio que salió de una parte promedio del Midlands industrial de Inglaterra.” Y cuando reflexiona sobre el paso de los años, une todo en un mismo cuadro: la música, los viajes y la vida privada. “Supongo que así funciona con la madurez, con la experiencia en el mundo, en la ruta, con la familia, con la gente, con amantes, con voluntad y deseo, con amabilidad, con el shock y el miedo de este mundo actual… solo puedo decirte que todo forma parte de la misma imagen para mí.”
