Unto Others, ex Idle Hands, llega a la Argentina el próximo año en el marco de su gira por Latinoamérica denominada "Never, Neverland".
El conjunto se presentará el 26 de marzo en El Teatrito.
Las entradas ya están disponibles en la web de Passline en este enlace
Al referirse al origen del álbum, Never Neverland, explicó el proceso largo de escritura y recorte. “Empezamos hace unos tres años y todas las canciones son bastante nuevas. Tenía alrededor de 40 demos antes de entrar al estudio y 20 llegaron a grabarse. Las que escuchás en el disco salen de ahí, y hay otras que probablemente aparezcan el año que viene”.
Sobre su forma de componer y el vínculo constante con la música, fue directo. “Siempre estoy trabajando en música. Tengo guitarras por toda mi casa y toco todo el tiempo. Cuando aparece un riff bueno, me siento y lo grabo. A veces se convierte enseguida en una canción completa, otras veces lleva tiempo y otras no se convierte en nada. Pero siempre estoy escribiendo”.
Al hablar de la idea de jerarquizar discos dentro de la discografía, relativizó cualquier comparación. “No los clasificaría. Es un poco cliché decir que los discos son como hijos, y no estoy de acuerdo con eso. Pero tienen mucho de mi vida y de la vida de la banda. Nunca sacaría una canción que piense que es mala, así que me gustan todas”.
En relación con el concepto de Never Neverland, explicó la conexión entre título, arte y letras. “La idea es que la vida no es más que un sueño y cada canción del disco funciona como un pequeño capítulo de un gran cuento de hadas. No es un disco conceptual al estilo King Diamond. Cada canción es independiente dentro de ese gran relato”.
Sobre el giro sonoro y la diversidad del álbum, detalló el enfoque sin filtros. “Somos más extremos en ambos lados: más extremos en lo pesado y más extremos en lo ligero. Hay canciones con blast beats y gritos, y otras con acordes mayores que casi suenan como Blink-182. No fue planeado. Tuve tres años para escribir música y muchas emociones distintas aparecen en tres años, por eso el disco es tan diverso”.
Ante la posibilidad de una recepción dividida, fue categórico. “No tengo miedo de eso. Si no les gusta, está bien. Yo estoy extremadamente feliz con el disco y sé que mucha gente lo va a entender”.
Sobre la elección de los sencillos, explicó un criterio intuitivo. “Fue difícil elegirlos. Me guío mucho por el instinto. Elegimos los temas que sabíamos que nos gustaban. Al final hacés lo mejor que podés y esperás haber tomado la decisión correcta. Los verdaderos fans van a escuchar el disco entero de todas maneras”.
Al aclarar el origen del tema “Regeki”, le quitó cualquier carga extra. “Es solo una carta de Yu-Gi-Oh. Regeki significa rayo. Usé los caracteres japoneses porque se ven lindos, nada más”.
Sobre la posibilidad de girar por Latinoamérica, expresó un deseo concreto. “Me encantaría ir a Latinoamérica. Ahora estamos enfocados en Estados Unidos y Europa, pero creo que nos estamos acercando. Vamos a ir a Sudamérica”.
Al recordar su paso por México, destacó la experiencia. “Fue hermoso. Fue un viaje corto, pero el festival fue increíble. Los fans mexicanos fueron increíbles y la respuesta fue genial”.
En relación con el movimiento retro dentro del heavy metal, se ubicó sin distancia irónica. “Me encanta, yo soy parte de eso. Crecí tocando heavy metal clásico y thrash. Ahí está mi corazón. Mi música favorita para ver en vivo sigue siendo el thrash metal”.
Sobre el cambio de sello y su independencia, explicó la lógica detrás de la decisión. “Yo manejo mi propio sello desde mi sótano. Diseño camisetas, las doblo, las envío. Me gusta hacerlo. Roadrunner nos dejó después de Strength, no vendimos suficientes discos para ellos. Century Media nos quiso y nos tomó. Han sido un gran sello”.
Al abordar la etiqueta “gótica”, rechazó definiciones cerradas. “Nunca nos llamé góticos. Entiendo por qué nos perciben así y tenemos canciones góticas, pero no creo que el gótico sea un género, es más una estética. Canto grave porque no puedo cantar agudo, esa es toda la razón”.
Sobre las etiquetas en general, relativizó su importancia. “No tengo idea de cómo describirnos. Si tengo que poner una etiqueta diría gothic, rock, post-pop, punk, heavy metal, thrash. Tenemos un poco de todo”.
Al hablar sobre la inteligencia artificial en el arte, fue tajante. “Nunca voy a usar inteligencia artificial para escribir música. ¿Qué sentido tiene? No tiene lugar en mi vida. Ni siquiera la llamaría inteligencia artificial. Es un sistema de modelado. No usamos esa mierda”.
Sobre el misterio en el metal en tiempos de redes sociales, defendió su vigencia. “Todavía se puede crear miedo y misterio. No compartir nada ya crea intriga. Si no hay misterio, la gente no estaría interesada en ninguna banda”.
Finalmente, al reflexionar sobre el futuro del metal y su lugar generacional, cerró sin épica forzada. “Nada dura para siempre. Nadie va a reemplazar a Metallica o Iron Maiden. Lo único que podemos hacer es ser la mejor versión de nosotros mismos. Solo intento escribir una buena canción”.
