Luego de años de especulación y rumores, Netflix oficializó el desarrollo de la esperada serie live-action de Assassin’s Creed. El proyecto, anunciado originalmente hace casi cinco años, toma impulso definitivo con un equipo creativo de peso y el respaldo de Ubisoft, la compañía detrás de una de las franquicias de videojuegos más icónicas del siglo XXI.
El anuncio se da en el marco del acuerdo entre ambas compañías firmado en 2020, y marca un nuevo intento de llevar el universo de los Asesinos y los Templarios a otros formatos narrativos. “Cuando anunciamos nuestra alianza con Ubisoft en 2020, teníamos como meta ambiciosa llevar el mundo de Assassin’s Creed a nuevas formas audaces”, expresó Peter Friedlander, ejecutivo de Netflix. “Ahora, tras años de colaboración, es inspirador ver lo lejos que hemos llegado”, agregó, celebrando el trabajo de los nuevos showrunners.
Los encargados de darle forma a esta adaptación son Roberto Patino (DMZ, Westworld, Sons of Anarchy) y David Wiener (Halo, Fear the Walking Dead, Homecoming), quienes también se desempeñarán como productores ejecutivos. Junto a ellos estarán Gerard Guillemot, Margaret Boykin y Austin Dill de Ubisoft Film & Television, y Matt O’Toole.
En palabras de Patino y Wiener: “Somos fans de Assassin’s Creed desde su lanzamiento en 2007. Cada día que trabajamos en este proyecto salimos emocionados y humildes ante las posibilidades que abre esta historia”.
Ambos remarcaron que la esencia de la serie irá mucho más allá de las acrobacias y las peleas espectaculares: “Más allá del espectáculo, el parkour y la acción, se trata de una historia humana esencial: personas buscando propósito, luchando con cuestiones de identidad, destino y fe”.
La serie explorará el conflicto eterno entre dos facciones secretas: una que busca controlar el futuro de la humanidad a través de la manipulación, y otra que lucha por preservar el libre albedrío. Con ese telón de fondo, los personajes viajarán a través de eventos históricos clave, enfrentándose por el destino de la especie.
“Habla sobre poder, violencia, sexo, codicia y venganza. Pero por encima de todo, es una serie sobre el valor de la conexión humana, a través de culturas y del tiempo”, señalaron sus creadores. “Y sobre lo que perdemos como especie cuando esas conexiones se rompen”, añadieron.
La saga original debutó en 2007 con el primer videojuego, y desde entonces vendió más de 230 millones de copias en todo el mundo. Actualmente cuenta con 14 títulos principales, siendo el más reciente Assassin’s Creed: Shadows (2025). El universo de los juegos gira en torno a la tecnología del Animus, que permite acceder a memorias genéticas de antepasados para recuperar objetos de poder conocidos como Piezas del Edén.
Aunque ya hubo una adaptación cinematográfica en 2016, protagonizada por Michael Fassbender, esta será la primera incursión en formato de serie con actores reales. En esta ocasión, el objetivo es ampliar la narrativa del juego hacia una audiencia global que, según Margaret Boykin de Ubisoft, merece algo más ambicioso: “Estamos entusiasmados de trabajar con Roberto, David y Netflix para llevar esta querida franquicia a una serie”, afirmó. “Esperamos ofrecer una experiencia que capture lo que los fans aman de Assassin’s Creed, mientras presentamos sus mundos inolvidables y temas eternos a nuevas audiencias globales”.
Con años de trabajo encima, múltiples cambios de dirección creativa y una base de fans enorme, la serie de Assassin’s Creed se perfila como una de las grandes apuestas de Netflix para los próximos años. “Tenemos un equipo increíble con la gente de Ubisoft y nuestros aliados en Netflix. Estamos comprometidos a crear algo innegable para fans en todo el planeta”, concluyeron Patino y Wiener.
