Un potente terremoto de magnitud 8.8 en al escala de Richter, sacudió este martes la costa este de Rusia, desencadenando una cascada de alertas de tsunami en vastas regiones del Océano Pacífico, desde Japón y Hawái hasta puntos críticos de Sudamérica como Ecuador y Chile. La magnitud del sismo y su poca profundidad generaron preocupación global ante la posibilidad de olas destructivas.
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Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el epicentro del violento temblor se localizó a 136 kilómetros al este de Petropavlovsk, en la península rusa de Kamchatka, a una escasa profundidad de 19 kilómetros. Esta característica es clave, ya que, como explicó el sismólogo Shinichi Sakai de la Universidad de Tokio a la cadena japonesa NHK, "un terremoto distante podría causar un tsunami que afecte a Japón si su epicentro es poco profundo".
Alerta Crítica en la Costa Oriental de Rusia y Ecuador
El Centro de Alerta de Tsunamis de Estados Unidos lanzó una advertencia preocupante: la costa oriental de Rusia y Ecuador podrían ser impactadas por olas superiores a los tres metros. La situación generó una movilización inmediata de las autoridades en las zonas de riesgo.
En Kamchatka, la región más cercana al epicentro, se reportaron heridas leves en varias personas, incluso en el aeropuerto regional, según la agencia rusa Tass. El gobernador local, Vladimir Solodov, urgió a la población a alejarse de la costa y seguir las indicaciones por megafonía, destacando que "se ha emitido una alerta de tsunami y se está determinando la fuerza de la ola."
Japón, el Primero en Sentir las Olas
Japón fue uno de los primeros países en registrar la llegada del tsunami. La televisora pública NHK informó que la primera ola, de aproximadamente 30 centímetros, arribó a la isla de Hokkaido. La Agencia Meteorológica de Japón, en un comunicado difundido en X (antes Twitter), alertó que "los tsunamis se producirán repetidamente" y anticipó olas de hasta tres metros a lo largo de las costas norte y este, desde Hokkaido hasta Wakayama, al sur de Osaka. La agencia fue enfática: "No ingresen al mar o se acerquen a la costa hasta que se levante la alerta".
Si bien el sismo se sintió con menor intensidad en el sureste de Hokkaido, alcanzando el nivel dos en la escala sísmica nipona, que mide la agitación en superficie, ciudades como Kushiro, Akkeshi, Shibetsu y Betsukai reportaron temblores sin daños significativos hasta el momento.
Chile en Vilo: Alerta y Evacuaciones Preventivas
En el Pacífico Sur, la situación también se volvió crítica. El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED) de Chile, en coordinación con el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), declaró alerta de tsunami para el borde costero de las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso. Además, se estableció un "Estado de Preocupación" para otras trece regiones del país, abarcando desde Arica y Parinacota hasta Magallanes.
Alicia Cebrián, directora de SENAPRED, llevó tranquilidad al señalar que "tenemos tiempo, las horas de arribo no son inmediatas", en referencia al lapso que transcurrirá entre la generación del tren de olas y su llegada a territorio chileno. Según el boletín n.º 4 de SHOA y SENAPRED, la Isla de Pascua sería la primera zona afectada, con arribo estimado de las olas a las 9:25 a.m. del miércoles (hora local). En el continente, las primeras ciudades en sentir el impacto serían Arica (14:51), Iquique (14:55) y Antofagasta (15:09), con el avance del fenómeno a otras localidades en el transcurso de la jornada.
Hawái y Nueva Zelanda en Alerta
La preocupación se extiende por todo el Pacífico. En Hawái, el Departamento de Gestión de Emergencias de Honolulu ordenó la evacuación preventiva de varias zonas costeras, mientras que las autoridades de Nueva Zelanda emitieron advertencias sobre "corrientes fuertes e inusuales y marejadas impredecibles", instando a la población a extremar las precauciones.
El mundo sigue con atención el desarrollo de los acontecimientos, a la espera de más detalles sobre el impacto de este megaterremoto y la magnitud real de los tsunamis que podría generar en las próximas horas.
