Luego del fallecimiento del Papa Francisco, este lunes por la madrugada, todas la miradas se concentran ahora en quien será su sucesor como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. El elegido será el resultado de la votación del Cónclave de Cardenales, quienes participan de una reunión secreta en donde intentarán llegar a un acuerdo.
Si bien se sabe que esta elección es el resultado de un intensa puja política, en esta oportunidad se presentó una inesperada polémica: el cardenal Angelo Becciu, quien había sido despojado del cargo de prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y de los “derechos ligados al cardenalato” ahora asegura que participará de la votación para designar al próximo Papa.
Becciu consevó el título de cardenal, pero con las sanciones había perdido la posibilidad de participar del cónclave, y también cesó en todo cargo de la curia romana.
Las causas de su condena
En diciembre de 2023, Becciu fue condenado a 5 años y 6 meses de prisión por un tribunal penal del Vaticano por delitos vinculados a irregularidades financieras, entre ellos abuso de poder y malversación de fondos.
En diciembre de 2023, el Tribunal del Vaticano, consideró probado el delito de malversación por el uso ilícito de la suma de 200.500.000 dólares, "que asciende aproximadamente a un tercio de los activos en el momento de la Secretaría de Estado, porque en violación de las disposiciones sobre la administración de los bienes eclesiásticos".
El dinero surgió de la venta de un edificio de lujo en la ciudad de Londres. También durante la investigación salieron a la luz otras transferencias irregulares, como una donación de 125.000 euros a una asociación vinculada a Cáritas en Ozieri, Cerdeña, cuyo presidente era uno de los hermanos del cardenal.
En este contexto, de todas formas, el cardenal fue invitado a las Congregaciones Generales, previas al cónclave, y allí expresó su voluntad de participar de la elección del próximo Papa.
“Refiriéndose al último consistorio, el Papa reconoció intactas mis prerrogativas cardenalicias, ya que no hubo voluntad explícita de excluirme del cónclave ni solicitud de mi renuncia explícita por escrito”, argumentó el cardenal Becciu en la Unione Sarda.
En definitiva, su participación será definida por la congregación general de los cardenales, cuya primera reunión se llevó a cabo esta mañana.
