Tras un período de duelo por el fallecimiento del Papa Francisco, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, retomó este miércoles su confrontación con el presidente Javier Milei al denunciar el estancamiento de la obra pública nacional.
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En un acto celebrado en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), el gobernador bonaerense afirmó que se cumplen 500 días sin obra pública desde la asunción del mandatario libertario.
El evento, que contó con la presencia del ministro de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense, Gabriel Katopodis, el intendente de San Martín, Fernando Moreira, la ministra de Hábitat, Silvina Batakis, y el rector de la UNSAM, Carlos Greco, se desarrolló en un contexto simbólico: detrás del escenario se observó un esqueleto de hormigón de un edificio de diez pisos, cuya construcción será reactivada con fondos provinciales. La construcción inconclusa sirvió de telón de fondo para las críticas al gobierno nacional.
Kicillof inició su discurso recordando al Papa Francisco como "el más importante vocero de la justicia social", y advirtió sobre la necesidad de "llenar ese espacio" ante la presencia de "una derecha desalmada y cruel". Luego, tras agradecer la presencia de intendentes bonaerenses, cordobeses y santafesinos, el gobernador calificó de "obtusa" la política de Milei, centrando su crítica en el "parate" de la obra pública, la educación, la salud y la infraestructura vial.
"Es una decisión criminal frenar la obra pública. Son hospitales que no se abren, escuelas que no se abren, son rutas que están en mal estado. Tenemos que decirlo con todas las letras: basta Milei de ocasionarle este daño a todo el pueblo argentino", enfatizó Kicillof.
El gobernador bonaerense advirtió que el plan de Milei no es una innovación, sino una repetición de recetas económicas fallidas. "No tiene nada de original, nada de novedoso: es el plan de ajuste ortodoxo que se aplicó mil veces en la Argentina y fracasó y resultó una verdadera estafa. No tiene nada de liberal libertario, es el plan enlatado, convencional, de ajuste ortodoxo y sufrimiento innecesario", aseguró.
Luego, en un llamado a la acción política, Kicillof alertó sobre las próximas elecciones. "Ahora vamos a un momento decisivo de la democracia”, introdujo. "La boleta que lleve Milei es la que dice ‘no a la educación pública, no a la salud pública, no a la universidad pública, no a la infraestructura’", lanzó. El gobernador proyectó un escenario de exclusión social si se implementan las políticas del gobierno nacional, describiendo "un país sin industria, sin producción nacional"
Kicillof concluyó su discurso con un enfático mensaje de defensa del Estado en la provincia de Buenos Aires. "Esa motosierra, ese topo que quiere destruir el Estado, se tiene que quedar afuera de la provincia de Buenos Aires. No puede estar en los consejos deliberantes, en la Legislatura bonaerense", sentenció.
Cuando finalizó su discurso, los intendentes presentes se subieron al escenario y Kicillof firmó un pedido de acceso de información pública dirigido a la Casa Rosada, para conocer el estado de las obras públicas a nivel nacional.
