En los alrededores de su oficina en el barrio porteño de Monserrat, un grupo de jóvenes esperó al presidente electo Alberto Fernández que culminara su jornada laboral y aprovecharon para sacarse fotos y realizarle un curiosos pedidos.
En el medio de las felicitaciones y de los saludos a Fernández, uno de los jóvenes se acercó hacia el auto, logró que el mismo se detuviera y aprovechó para pedirle una selfie. Sin embargo, no se quedó sólamente con la foto, sino que además le brindó una eufórica demostración de amor: “Te amo boludo, te amo”, gritó el entusiasta joven.
El exjefe de Gabinete se mostró de muy buen humor con un público con el que se siente identificado y respondió de manera positiva ante cada pedido. Además, luego de los saludos a todos, también colaboró con la entrega de dos llaves para la construcción de un busto de Evita.