El expresidente Mauricio Macri, había tomado la decisión, en el marco del ajuste generalizado que realizó su Gobierno, de quitarles la pensión no contributiva por discapacidad a 120.000 personas.
La notificación llegaba por intermedio de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) donde se les comunicaba, a algunos, que no gozarían más del beneficio y, para colmo, a otros se los intimaba en un plazo relativamente acotado, a que su médico de cabecera cargara en la página de la AFIP sus correspondientes datos e informes de salud.
La política de ajuste fiscal y de "ahorro", tal como la llamaba la gestión anterior, había llegado a tal punto que instaló el mito que, al igual que los "planes", dichas pensiones por discapacidad también se daban por "clientelismo" y se las otorgaba a personas que "no poseían ninguna incapacidad".
Pero la buena noticia es que Alberto Fernández, por intermedio de la directora Nacional de Apoyos y Asignaciones Económicas, Paula Martínez, anunció que a partir de ahora, el trámite para obtener la pensión será por ventanilla única del ANSES y será dinámico, eficaz y relegará cualquier burocracia existente.
De esta manera, los funcionarios actuales se estarán reconciliando con un área en la cual cualquier política que se implemente será visto como una inversión, y no como un gasto como fue considerada en los últimos años.