La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) convocó al Gobierno de Javier Milei a una audiencia programada para el 19 de noviembre en Estados Unidos. Esta convocatoria responde a preocupaciones sobre el “deterioro acelerado” de la libertad de expresión en Argentina, en un contexto marcado por un incremento en las agresiones, el hostigamiento y la judicialización abusiva contra periodistas. Reacción de Karina Milei a días de las elecciones legislativas del próximo domingo.
El encuentro fue solicitado por varias organizaciones, incluyendo el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), Amnistía Internacional Argentina y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Estas entidades buscan actualizar la información sobre la situación de la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo en el país. Según FOPEA, el objetivo principal es propiciar un espacio de diálogo donde el Estado pueda adoptar medidas para frenar los ataques a los trabajadores de prensa y las voces críticas.
Amnistía Internacional resaltó que Argentina deberá presentar explicaciones ante la CIDH por los ataques y la estigmatización que sufren los periodistas, además de la creciente judicialización en su contra. El relator Especial de la OEA, Pedro Vaca Villarreal, ha advertido sobre la “baja tolerancia” del gobierno actual hacia las críticas y los procesos deliberativos, creando un ambiente hostil para los periodistas. Este clima se ha visto reflejado en el aumento de agresiones durante la cobertura de protestas sociales y restricciones en el acceso a la información pública.
Reacción de Karina Milei
La citación generó un fuerte descontento en el entorno de Javier Milei, particularmente en su hermana, Karina Milei, quien ha expresado su furia hacia el embajador ante la OEA, Carlos Cherniak. En reuniones con otros funcionarios, Karina habría criticado la falta de “trabajo diplomático preventivo” para evitar denuncias que puedan dañar la reputación del país. Esta situación se complica aún más en el contexto de las elecciones legislativas y la tensión dentro de la Cancillería con la posibilidad de la renuncia de Gerardo Werthein, quien dejó la decisión sujeta a si Santiago Caputo asume como nuevo jefe de gabinete.
