Durante la mañana del día lunes, el comité noruego encargado de oficializar las nominaciones, incorporó como candidatos a recibir el premio Nobel de la Paz a Julio Aro y Geoffrey Cardozo, ambos veteranos de guerra de Malvinas.
En conjunto, el excombatiente argentino y el coronel británico trabajaron para ubicar e identificar los restos mortales de los combatientes argentinos enterrados en el Cementerio de Darwin, a raíz de lo que dejó el conflicto bélico entre las dos naciones en el año 1982.
Cardozo le entregó a Aro información clave para poder concluir la tarea de la identificación de los caídos argentinos. y gracias a eso, el argentino pudo crear en el año 2009 la Fundación No me olvides, a fin de darle un marco formal a la iniciativa.
La Universidad de Mar del Plata fue la que impulsó la postulación hace dos años y tras idas y vueltas pudo conseguir los avales y apoyos correspondientes para oficializar la candidatura.
El veterano argentino luego de conocer la oficialización de la candidatura, declaró: "Para nosotros fue una sorpresa, jamás buscamos nada de esto. De todos modos, el premio más lindo y grato fue el abrazo permanente de las mamás, esas lágrimas que te dicen gracias, ese apretón de manos fuerte."
"Esto no se acaba hasta que identifiquemos al último cuerpo, agradecemos y estamos felices por la nominación al Nobel de la Paz, pero aún no terminamos, no vamos a dejar a ningún compañero atrás", agregó.
Por su parte, Cardozo se mostró muy emocionado: "Esta no sería una posibilidad de obtener un premio personal, es un reconocimiento a la causa por la que tanto luchamos. Estoy feliz, pero ningún premio iguala el abrazo emocionado de una madre que esperó 36 o 37 años para poder estar frente a la tumba donde descansa su hijo."
El militar británico fue el encargado de recoger, identificar y sepultar en el Cementerio de Darwin a 246 soldados argentinos que cayeron en combate durante la cruda Guerra de Malvinas.
Aro y Cardozo se conocieron en una reunión de veteranos de las Malvinas en Londres en el año 2008 y su relación comenzó ya que el argentino no hablaba inglés y el británico se manejaba muy bien con el español y le ofició de traductor durante su estadía.
En el último encuentro, Aro contó que había viajado a las islas y que había quedado muy conmovido tras pasar por el Cementerio y ver 121 tumbas de soldados argentinos no identificados. Lo curioso es que Cardozo, quien estuvo a su lado durante los encuentros, tuvo en Malvinas la tarea de identificar y sepultar los cuerpos de los argentinos caídos en combate.
El coronel Cardozo apuntó que él podía ayudar con la identificación. Incluso, tenía un informe donde detallaba ese trabajo con información precisa sobre las características de cada cuerpo, sus pertenencias y el lugar donde habían sido encontrados.
