Este martes, la Policía Judicial de Portugal, comenzará los trabajos de búsqueda de la niña británica, Madeleine McCann, quien desapareció hace 16 años, mientras se encontraba de vacaciones con su familia.
El operativo, se da luego del pedido por parte de las autoridades de Alemania, que señalaron como sospechoso a Christian Brueckner, un pederasta reincidente que desde 2020 es el único sospechoso del caso.
Según las últimas informaciones, las pistas obtenidas por las antenas de celular, ubican a Brueckner cerca del hotel el día de la desaparición de la menor y este embalse es uno de los sitios que solía frecuentar, ya que vivía a pocos kilómetros.
De esta manera, efectivos portugueses, alemanes y británicos participan en este nuevo rastreo, que se lleva a cabo en las inmediaciones de la presa de Arade, situado a unos 50 kilómetros de Praia da Luz, el lugar en el que se pierde la pista a la pequeña que, al momento de su desaparición, estaba próxima a cumplir los 4 años.
El operativo de búsqueda
Según indicaron, este operativo, será el más grande que se haya realizado en los últimos 9 años, y se realiza en Algarve, a 50 kilómetros del hotel donde la niña estaba de vacaciones con su familia, al momento de su desaparición el 3 de mayo de 2007.
Para esta misión, montaron un perímetro cerca de un embalse situado en la región turística del Algarve, en Portugal. En el lugar, buzos de la fuerza policial, explorarán las profundidades de la presa, mientras que se realizarán excavaciones en las zonas boscosas adyacentes al embalse.
Según trascendió, las autoridades llegaron hasta la zona turística portuguesa, siguiendo la pista del alemán Christian Brueckner, un pederasta reincidente que desde 2020 es el único sospechoso del caso, a quien ubican en las proximidades de hotel, en el que se alojaba la menor, gracias a las antenas que detectaron su celular.
En la actualidad ,Brueckner, cumple una pena de siete años de cárcel en su país, considerado culpable por la violación de una estadounidense de 72 años. Además, enfrenta cargos por otros cinco crímenes y delitos sexuales cometidos entre 2000 y 2017 en Portugal.
