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La historia de Macarena Martínez: De cosechar ajos a recibirse en la Universidad Pública

La licenciada en Administración relató que su objetivo es administrar la finca y el negocio de su padre para que el emprendimiento familiar progrese.

Lunes, 22 de mayo de 2023 a las 12 36,

Por Thomas Dos Reis

Lunes, 22 de mayo de 2023 a las 12 36,

Macarena Martínez es una joven que se recibió de licenciada en Administración en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) cuando defendió su tesis denominada “Organización interna de una empresa familiar agrícola”, el último paso para el título. Una vez que tuvo el diploma en mano, sintió y vivió todo el esfuerzo que le llevó lograr eso y el de sus padres.

La mayoría de esos recuerdos la trasladaban a La Cañada, en el distrito de La Consulta, Mendoza. Allí sus padres, Elio y Mónica trabajaban de sol a sol en la cosecha de ajo, cebolla, zanahoria, tomate y papa. La familia había llegado de Bolivia en busca de obtener un progreso, y lo lograron.

La joven acompañaba a sus padres a la finca invierno y verano, y allí fue cuando aprendió a hacer ese trabajo casi a la perfección.

Aquel día en que se recibió, y la voz de la locutora que dijo “Licenciada Martínez”, entendió todo lo que había logrado, y también el orgullo de sus padres.

“Vi la mirada de mi mamá y fue uno de los días más felices de mi vida. Sentí que había llegado al objetivo, que el esfuerzo y el sacrificio habían valido la pena. Que los días cosechando bajo el sol en la finca habían quedado atrás. Mi papá es una persona seria, distante, y cuando finalizó el acto, me pidió que nos tomáramos una foto. Recién allí pude darme cuenta del orgullo que sentía”, recordó la joven. en una entrevista con Infobae.

Y agregó que una imagen que va a tener siempre presente es "cómo era trabajar en el campo". "Veo a mis padres llegando a casa muy tarde con dolor de cintura. Estaban tan cansados que se acostaban temprano. Yo observaba atenta cómo mi papá le hacía masajes a mi mamá para calmar el dolor. Veía ese agotamiento todos los días de mi vida y fue allí cuando supe que no quería ese futuro para mí”, repasa Maca.

EL ESTUDIO EN EL CAMPO Y LA EXIGENCIA DE SU MADRE

La escuela rural estaba a siete kilómetros de su casa, y tenía que caminar bastante para llegar a la parad del micro, y a la vuelta, igual. Sin embargo, relató como solucionó ese problema: "Mi mamá juntó firmas y logramos que nos dejara en la puerta de la escuela”.

Además, la joven explicó que su madre fue muy exigente con el tema del estudio y hasta la anotó para que estudie inglés, a pesar de la mala situación económica que atravesaban.

Una vez inmersa en el mundo de la Administración, fue una de las amigas que encontró en el ámbito de la universidad, apenas ingresó, quien le comentó sobre la posibilidad de obtener una beca a través del Fondo de Becas para Estudiantes (FONBEC), entidad que desde hace 25 años resulta un puente para que estudiantes de bajos recursos de todo el país tengan la posibilidad de llegar al título a través de padrinos y madrinas que aportan una suma mensual.

“Me reuní con Susana Sanz, coordinadora en Mendoza y quedé como becaria. En mi caso, dentro del programa ‘Potenciamos tu talento’, de un conocido banco privado. El programa exigía aprobar una cantidad de materias por año, es decir, debía ir al día con la carrera y yo siempre le puse todas las pilas. Además, la dinámica tenía su encanto, ya que todos los años los becarios nos reuníamos en Buenos Aires para intercambiar experiencias. Con todo pago, claro. Iba muy contenta porque era un mundo nuevo”, recordó.

La fundación, por su parte, no la descuidaba. “Nunca me voy a olvidar el gesto de Rosario, mi tutora, poco antes de un parcial de la materia Análisis Organizacional. Nos conectamos por zoom y aunque no tenía idea del tema, le di en forma oral todo el tema. Ella me dio su devolución, fue muy enriquecedor”, rememoró.

ESTUDIAR EN EL EXTERIOR

Tiempo después, llegó la posibilidad de cursar algunas materias en otros países del mundo a modo de intercambio.

“Pensé en Estados Unidos, porque sabía inglés, pero debía pagar en dólares la matrícula y me eché atrás. Busqué otra opción y Turquía era una alternativa, porque se hablaba ese idioma. Nunca había oído hablar de Estambul. Fue un gran logro porque logré una beca para los pasajes y una ayuda mensual”, señaló.

Se embarcó en enero de 2019 y la experiencia, define, fue increíble. “Superó mis expectativas porque más allá de lo académico conocí estudiantes de todas partes del mundo. Aunque extrañaba a mis padres y hermanos, fui consciente de que esa oportunidad era única”, reflexionó.

SU TRABAJO ACTUAL Y SU SUEÑO

Macarena se desempeña, desde agosto de 2021, en la secretaría de Investigación, Internacionales y Posgrado de la UNCuyo, en el área de Administración y Finanzas.  Su labor consiste en armar y presentar las rendiciones de los fondos que otorga el Ministerio de Educación de la Nación. Además, está a cargo del pago de las becas, algo que conoce por su propia experiencia.

Sin embargo, su sueño es ayudar a su papá a que su negocio pueda prosperar.  “Mi objetivo es administrar la finca y el negocio, quisiera que el emprendimiento familiar progrese. Sé que el día de mañana él será una persona mayor y no podrá seguir trabajando", remarcó.

Y agregó: "Veo que acá en Mendoza muchos hijos heredan las fincas de sus padres y terminan por venderlas. Si eso sucediera con nosotros sé que mi papá se pondría muy triste porque toda la vida se esforzó muchísimo”, aseguró.

Según dice, hoy su papá le consulta mucho sobre en qué y cómo invertir. “No tiene estudio, pero sí una visión muy administrativa porque logró diversificar la producción”, agregó

“Mi papá tiene todas las fichas puestas en mí. A veces me dice que tengo que ser mejor que él; que soy más capaz, que lograré mejores cosas. Eso me motiva mucho y siento que no tengo que fallar, que no puedo fallar”, señaló.

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