Durante esta semana, la Policía Federal Argentina dio con un centro de rehabilitación contra adicciones. El mismo funcionaba de forma clandestina en la localidad de La Reja, Moreno, provincia de Buenos Aires. Allí, luego de un importante operativo se logró rescatar a 87 personas que estaban en "situación de vulnerabilidad, privados de libertad y con castigos corporales". El centro era conocido como "Los Valientes" y según revelaron las autoridades, el lugar estaba en condiciones inhumanas.
Desbarataron un centro clandestino de rehabilitación en Moreno
Las personas se encontraban en condiciones de "hacinamiento, encierro y privación de la libertad. Puertas enrejadas, aguas residuales en patios de recreación y baños tapados". Como si todo esto fuera poco, se encontró a un menor de edad atado en un gallinero. Además, se detalló que ninguno de los adolescentes era de la mencionada localidad bonaerense.
Venían de zona sur, norte, San Martín e incluso de Santa Fe y se precisó que eran de familias de bajos recursos. Este viene siendo un modus operandi que se dan en este tipos de casos, donde se termina conociendo que las víctimas generalmente son de zonas del interior.
El allanamiento estuvo a cargo del Fiscal Gabriel López, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N°8 de Moreno-General Rodríguez. Tras la llegada de los efectivos, se detuvo a tres hombres que serían los presuntos responsables del centro. Se constató que no había habilitación para este fin y que de los "profesionales" que acudían al lugar, "ninguno era médico o psicólogo".
Además, se incautaron teléfonos, una computadora e historias clínicas. El Departamento de Trata de Personas y del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, también participaron del operativo.
Golpes torturas y falta de alimentación
Ana Claudia Almeyda, Directora General de Servicios Locales de la Municipalidad de Moreno, habló con Página 12 y reveló que dentro del centro había torturas. "Torturas y una lógica de sanciones y castigos físicos como forma de lograr, según les decían, que dejen de ser adictos a las drogas. Había mucho temor tanto entre los adolescentes como en los adultos", aseguró. También comentó que las víctimas golpes y cortes en el cuerpo, falta de ingesta de alimento y agua y hasta eran atados y sumergidos en una pileta de agua.
Lo insólito es que se cobraba una cuota mensual de 600 pesos y Almeyda reveló: "El centro solo compraba arroz, el resto de los alimentos eran donaciones. De hecho, en pleno allanamiento llegaron empanadas donadas".
