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Tame Impala se vuelve tenebroso con "Dracula", su nueva canción

El proyecto musical de Kevin Parker está a pocos días de lanzar su nuevo disco y lanza un nuevo single promocional.

Viernes, 26 de septiembre de 2025 a las 16 46

Por Cristopher Martínez

Viernes, 26 de septiembre de 2025 a las 16:46

Tame Impala regresa después de 5 años con un nuevo disco llamado "Deadbeat" y estrenó el tercer adelanto del mismo, "Dracula", una nueva canción que vino junto a un video promocional.

En este caso tenemos un track muy pegadizo y contagioso que se envuelve con oscuros coros y pianos que buscan cierta niebla tenebrosa mientras el ritmo va por un camino seguro.

Escuchá la nueva canción y mirá el video a continuación:

Anteriormente Kevin había lanzado "Loser" que también vino con un video promocional donde la producción estuvo protagonizada por el músico y actor Djo, más conocido como Joe Kerry, el actor de Stranger Things que interpreta el papel de Steve Harrington.

El álbum estará disponible en todas las plataformas el 17 de octubre de 2025.

 

“End of Summer”, el primer lanzamiento de Kevin Parker bajo Columbia Records, se sumerge en la historia profunda y rica de la música dance, reimaginando a Tame Impala como un acto rave futurista, con ecos del verano del acid house del ‘89 y las fiestas gratuitas de mediados de los 90. Es un tema que se siente simultáneamente contemporáneo y eterno, uniendo la experimentación espontánea que siempre caracterizó a Parker con su maestría en producción.

La narrativa visual, dirigida por Julian Klincewicz, acompaña a este nuevo sonido y propone un universo tan hipnótico como expansivo. “End of Summer” refleja la libertad artística de Parker, que sigue expandiendo los parámetros de Tame Impala. Cada elemento del track —desde su bajo pulsante hasta los sintetizadores envolventes— surge de su obsesión por alcanzar “ese sonido perfecto que tengo en mi cabeza”, un ideal que persigue desde los inicios del proyecto.

Parker, reconocido por su enfoque total —escritor, productor, mezclador e ingeniero—, describió la música como “una obsesión, algo que no puedo dejar de hacer”. Su regreso no es solo un nuevo capítulo, sino una reafirmación de su compromiso con una búsqueda sonora interminable. “Siempre estoy persiguiendo ese sonido perfecto… es una búsqueda interminable, y creo que eso es lo que me mantiene motivado”, confiesa. Esa dedicación lo llevó a construir paisajes sonoros que superan barreras y se instalan en un lugar atemporal.

 

 

Para Parker, cada composición es “como un rompecabezas… tengo todas estas piezas y tengo que encontrar la forma de encajarlas”. El proceso implica aislamiento y vulnerabilidad: “La soledad en el estudio es crucial para mí… es donde me siento más libre para experimentar”. Esa dinámica explica por qué dedica horas a perfeccionar un sonido: “A veces me paso horas en un sonido de batería o en una línea de bajo”, buscando una fidelidad total entre lo que imagina y lo que finalmente suena.

En sus palabras, la música no sigue fórmulas: “A menudo empiezo con una pequeña idea… y a partir de ahí se va construyendo. No hay una fórmula mágica, es mucho ensayo y error”. Esta búsqueda incesante sostiene la esencia de Tame Impala, un proyecto que Parker concibe como “un viaje orgánico… nunca planeo el futuro, simplemente dejo que la música me guíe”. Cada álbum es, para él, “una instantánea de mi vida en ese momento… son como diarios sonoros”, y esta nueva etapa no es la excepción.

La temática de la soledad, recurrente en sus letras, no nace de la tristeza sino de la introspección: “Es más bien una soledad introspectiva, un espacio para la reflexión”. Parker busca que su música sea un refugio, “un lugar donde puedan sentirse comprendidos”, conectando con emociones universales. Reconoce que “la gente puede sentirse sola incluso cuando está rodeada de otros… y esa es una experiencia muy humana”.

En su visión, la música tiene un propósito mayor: “Se trata de emoción y de transmitir un sentimiento”, un principio que ha guiado toda su trayectoria. Cada creación es un reto personal: “Si no me emociona lo que estoy haciendo, ¿cómo voy a emocionar a alguien más?”. Así, la evolución constante se convierte en su motor: “Siempre estoy buscando evolucionar. No quiero hacer el mismo disco dos veces”.

La conexión con sus oyentes sigue siendo uno de sus mayores impulsos: “Es surrealista pensar que mi música llega a tanta gente… al final del día, solo quiero hacer música que mueva a la gente, que les haga sentir algo, lo que sea”. Con “End of Summer”, Parker abre un nuevo capítulo en la historia de Tame Impala, donde la búsqueda creativa y la honestidad emocional siguen marcando el rumbo.

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