Ignacio Russo vivió una emotiva jornada este viernes. Apenas dos días después del fallecimiento de su papá Miguel, el delantero decidió jugar frente a Newell's en el Estadio Marcelo Bielsa, por la fecha 12 del Torneo Clausura.
Luego de sus lágrimas en el minuto de silencio, Nacho llegó al gol a los 21 minutos del primer tiempo, empujando la pelota tras un pase de David Romero. En el festejo, volvió a romper en llanto además de mostrar su tatuaje de "Todo se cura con amor", una frase emblemática de Miguelo.
Gol y emoción para Ignacio Russo: "Es un beso al cielo"
Al finalizar el encuentro, el atacante del Matador expresó: “Fueron semanas, meses y días muy duros. Yo tomé la decisión de jugar porque lo necesitaba para mí y porque él también quería que juegue”.
“Hablé con Diego (Dabove) y con la gente del club, y en conjunto tomamos la decisión. Ellos me apoyaron con mucho respeto. Diego sabía hace varios días lo que estaba pasando y la verdad, creo, que estoy feliz y es un día para recordarlo con una sonrisa, porque él tenía algo característico que era la sonrisa. Es un beso al cielo, y debe estar feliz en donde esté", contó.
Nacho afirmó: “Yo no tomaba magnitud de lo que generaba o de lo que era. Para mí simplemente era Miguel, mi papá. Con el que hablaba, con el que discutía, con el que me tomaba un café o con el que a veces estaba enojado y no le hablaba. Lo disfruté un montón y me va a seguir apoyando y acompañando. Esto se lo debo a él, porque él quería que juegue al fútbol y se lo cumplí en vida”.
“Las enseñanzas que te deja son que nunca hay que tirar la toalla, que todos los días, por más que hayas ganado o perdido, tenés que empezar de cero. Era algo que él siempre intentaba. Muchas veces le salía, otras no, pero nunca dejó de insistir, de estar pendiente de todos. Es algo que hay que valorar y seguir con eso que él dejó, que no es poca cosa", señaló.
Por último, agradeció a todos por la multitudinaria despedida a su padre: “Quiero agradecer a la gente del fútbol y de la vida. Con mi familia no lo podíamos creer, por la magnitud de lo que estaba pasando. Ayer hubo un montón de camisetas, un montón de gente diciéndole cosas lindas y eso es un mimo al corazón. Es una gratitud al fútbol y a la vida, porque más no le puedo pedir. Es un momento duro, pero hay momentos de felicidad cuando veo un video o algo. Seguro debe estar feliz y sonriendo".
