Marcelo Moretti volvió a la presidencia de San Lorenzo, pero el regreso fue caótico. Apenas llegó a la sede del club, los hinchas empezaron a autoconvocarse y a gritarle e insultarlo.
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Lo que empezó con unos pocos insultos se transformó en un escándalo: le arrojaron objetos y la situación se desbordó.
Moretti terminó subiendo a un patrullero para irse escoltado por la policía, mientras los manifestantes continuaban fuera de la sede.
Regreso caótico: Moretti tuvo que escapar en patrullero de la sede de San Lorenzo
La tensión venía desde antes: el dirigente había estado alejado tras el escándalo de la cámara oculta en la que presuntamente cobraba coimas por fichajes juveniles.
En septiembre, varias renuncias dejaron al club en acefalía y pusieron en jaque su mandato, con la posibilidad de un gobierno de transición y elecciones anticipadas.
Pero un fallo judicial reciente revocó la acefalía y habilitó a Moretti a retomar la presidencia.
Según la resolución, la Comisión Directiva debía reunirse nuevamente de manera legítima y conforme al estatuto, y se suspendió cualquier Asamblea Extraordinaria mientras tanto.
En la calle, de igual forma, los hinchas no perdonaron. Cada vez que se abrían las puertas, algunos intentaban entrar y otros golpeaban el edificio. Con la creciente presión, la policía tuvo que intervenir para garantizar la salida de Moretti.
Ulises Morales, uno de los exdirectivos que firmó la disolución de la Mesa Directiva, no se guardó nada: “Moretti debería hacerse una pericia psiquiátrica antes de asumir. No está mentalmente preparado. Me mandó un mensaje burlándose de la situación. ¿Se puede burlarse de esto? Es patético y miente descaradamente”, declaró en Radio La Red.
Entre gritos, patrulleros y denuncias cruzadas, la crisis en San Lorenzo no da tregua. La vuelta de Moretti promete más enfrentamientos dentro y fuera de la sede, mientras los hinchas dejan en claro que no lo aceptarán fácilmente.
