|

Alarma en la industria textil por la "Invasión de ropa de China"

La industria textil argentina alertó por una crisis profunda y el riesgo de perder 500.000 empleos debido a la apertura importadora. La Fundación Pro Tejer denunció que China domina el 70% del mercado importado, aprovechando la desregulación del régimen courier y la falta de controles, lo que genera una competencia desleal que lleva a la caída de la producción local.

Miércoles, 10 de diciembre de 2025 a las 16 32

Por Redacción

Miércoles, 10 de diciembre de 2025 a las 16:32

La industria textil nacional enfrenta una severa coyuntura crítica debido a la apertura de las importaciones, un escenario donde la República Popular China se consolida como el principal suministrador. El sector manifiesta profunda inquietud por el acelerado crecimiento de las adquisiciones provenientes de ese país y alerta sobre el riesgo de perder los 500.000 puestos de trabajo que componen la cadena de valor completa.

La desregulación del régimen courier, la flexibilización aduanera y la falta de controles sobre plataformas digitales abrieron una puerta que China aprovechó como ningún otro país. Hoy, el gigante asiático no solo domina más del 70% del mercado textil importado, sino que también está desplazando la producción nacional y el trabajo argentino”, aseveró la Fundación Pro Tejer.

El informe de la entidad detalla que la indumentaria china accede al país sin las debidas certificaciones de calidad, sin valores de referencia establecidos, sin etiquetas, sin trazabilidad y sin la liquidación de impuestos, lo que le confiere ventajas insuperables para cualquier fabricante argentino.

Pro Tejer advierte que el impacto excede la simple oferta de ropa a bajo costo: detrás de estos ingresos, sostenidos por valores FOB históricamente deprimidos, se multiplican “las fábricas que cierran, los talleres que quedan a oscuras, los comercios que dejan de vender y los empleos que se pierden en silencio, sin que las personas desplazadas puedan reinsertarse”.

La entidad subraya que no solo se compromete la producción local, sino que se erosiona la red comercial y se pone en peligro una cadena de valor que sostiene a más de 500.000 trabajadores.

Números del Desplome Productivo

Datos recientes del INDEC muestran que la producción textil registró una caída interanual del 24% en octubre, representando la mayor baja en el mes. La fabricación de prendas de vestir, cuero y calzado le sigue, con una contracción del 15,1%.

En tan solo tres años, la participación de China en los despachos de importación textil en Argentina se disparó, pasando de poco más de la mitad a representar 7 de cada 10 prendas que ingresan al territorio nacional.

Con mayor precisión, entre enero y octubre de 2024 y el mismo período de 2025, las importaciones chinas aumentaron un 109%, superando el promedio general de importaciones, que creció un 89%.

Por categorías específicas, en tejidos de punto, China explica el 94% del total ingresado en 2025; en indumentaria, el 71%; y en confecciones terminadas, el 68%.

Factores de la Presión Importadora

El fenómeno se explica por una doble causalidad. Pro Tejer señaló que, por un lado, se debe al desmantelamiento y la ineficacia de regulaciones comerciales que antes actuaban como mecanismos de defensa del comercio leal, normativas que, aseguran, están avaladas por la OMC.

Se eliminaron herramientas como la declaración jurada de composición del producto, los valores criterio de importación (clave para prevenir subfacturación), los controles sobre etiquetado y talles, se flexibilizó el régimen de dumping y se siguen postergando las regulaciones de sustancias nocivas en productos textiles”, indicó Pro Tejer. Sostuvo que estas medidas "no frenan el comercio, sino que garantizan transparencia, trazabilidad y competencia con reglas claras. Al desaparecer, se abrió un canal de ingreso sin controles, algo impensado para cualquier país desarrollado”.

El segundo factor que ejerce presión sobre la industria local es el uso generalizado del régimen de courier y la irrupción de plataformas digitales chinas que efectúan ventas directas al consumidor argentino, eludiendo a importadores, distribuidores y comercios locales.

Se afirma que plataformas como Shein, AliExpress o Temu ingresan mercadería por vía aérea sin pagar aranceles, aprovechando la flexibilización del sistema puerta a puerta y sin someterse a exigencias de calidad, composición o sustancias químicas, en un esquema diseñado originalmente para envíos personales de escaso valor. A esto se suma un elemento decisivo: los subsidios estatales chinos al envío internacional, a través de programas como ePacket y China Post, que reducen drásticamente los costos logísticos, permitiendo ofrecer precios finales que son inferiores al costo de las materias primas nacionales.

Tendencia Global y Contraste con Argentina

Pro Tejer resaltó que el auge del ultrafast fashion no es un evento aislado, sino parte de una nueva arquitectura global que combina plataformas, algoritmos, producción masiva y vacíos regulatorios.

Mientras que los países desarrollados avanzan para fiscalizar, regular e incluso sancionar este modelo, Argentina peligrosamente recorre el camino inverso: flexibiliza controles y elimina exigencias”, consideró la entidad.

Como ejemplo, Francia sancionó en junio una ley pionera contra la moda ultrarrápida, que impone un ecoimpuesto por prenda. La tasa comenzará en 5 euros en 2026 y escalará a 10 euros en 2030. Además, la normativa exige exhibir un eco-score ambiental con información de trazabilidad y prohíbe la publicidad del ultrafast fashion desde 2026.

La Comisión Europea, por su parte, debate la eliminación de la exención impositiva a los envíos de bajo valor, que actualmente facilita la entrada de millones de paquetes de moda provenientes de China. El paquete de medidas bajo discusión incluye una tasa por envío extracomunitario para financiar controles aduaneros reforzados y un sistema específico de vigilancia con obligaciones de registro fiscal, trazabilidad y responsabilidad compartida.

En Estados Unidos, el gobierno federal eliminó la exención minimis en agosto de 2025, que permitía el ingreso libre de aranceles a productos de menos de 800 dólares. A partir de esa fecha, todo paquete debe tributar, pasar por controles aduaneros formales y acreditar origen y composición. México también avanzó en esta dirección, aplicando desde agosto un gravamen del 33,5% a los envíos de plataformas digitales provenientes de países sin acuerdo comercial, exigiendo además a esas empresas registrarse y declarar domicilio fiscal.

Últimas noticias