Durante los últimos días se volvió a tensar la relación entre los mayoristas y las entidades que firmaron la nueva paritaria de Comercio.
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En CADAM aseguran que el acuerdo se cerró sin su participación y que ahora deben absorber incrementos que no discutieron, pero que igual aparecen en cada recibo.
En la cámara explican que el problema no es la recomposición salarial, sino una serie de cargas que se actualizan automáticamente y que, según advierten, poco tienen que ver con las necesidades del sector.
Mayoristas rechazan nuevos costos en la paritaria de Comercio
Entre esos ítems, uno genera especial molestia: el aporte destinado a INACAP. Señalan que la contribución se mueve sola con cada paritaria y que gran parte de esos fondos termina en manos de entidades que, dicen, no representan al sector.
También mencionan el seguro complementario de retiro y la contribución vinculada a la obra social, que se cobra aun cuando el trabajador no está afiliado.
Para las empresas, la suma de estos conceptos complica la planificación en un mercado que ya atraviesa meses de ventas flojas.
CADAM recuerda que existe un decreto que debería impedir que se transfieran cargas económicas a empleadores no asociados, pero apuntan que en la práctica no se cumple en todos los casos. El caso de INACAP, amparado por una cautelar, es el ejemplo que más repiten.
Por eso volvieron a reclamar un lugar en la mesa paritaria. Dicen que las decisiones que afectan a todo el sector se toman en ámbitos donde ellos no tienen voz ni voto.
El conflicto vuelve a mostrar una tensión interna de larga data: un esquema de aportes que se replica cada año y que, según los mayoristas, afecta su competitividad justo cuando las ventas todavía no repuntan.
