Ayer, las urnas dieron un resultado que sorprendió a muchos pero que reafirmó la fuerza del oficialismo: La Libertad Avanza se quedó con una victoria clara en las elecciones legislativas.
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La Libertad Avanza logró imponerse en varias provincias clave, asegurando un bloque fuerte en el Congreso y dejando en claro que, en términos políticos, Milei tiene vía libre para impulsar sus ideas.
Pese a esto, detrás de los festejos por los resultados, se esconde un panorama económico cada vez más preocupante.
Aunque la coalición de Milei haya celebrado su triunfo, especialistas internacionales advierten que el país tendrá que enfrentarse a un “duro reajuste del peso” y a problemas que el oficialismo difícilmente pueda resolver de manera rápida.
El Wall Street Journal le recordó a Milei que "1 de cada 3 personas vive en la pobreza""
El Wall Street Journal lo planteó sin vueltas: la Argentina tendrá que afrontar un “duro reajuste del peso”, y los festejos en las urnas no van a evitarlo.
Según la periodista Mary Anastasia O’Grady, ni siquiera un desempeño “decente” del oficialismo alcanzará para que la economía recupere estabilidad.
La visita de Milei a la Casa Blanca fue celebrada como un triunfo diplomático: Donald Trump lo respaldó, elogió su filosofía y lo presentó como un aliado estratégico.
Desde lo económico, más allá de la foto, la moneda sigue débil y los dólares prometidos no alcanzan para cubrir el déficit.
Pese a algunas medidas recientes, los desafíos sociales y económicos siguen siendo gigantescos: “Las medidas —parte de lo que Milei llama terapia de choque— han devuelto cierta credibilidad a la tercera economía más grande de América Latina, pero aproximadamente una de cada tres personas aún vive en la pobreza”, advirtió.
La situación política también influye en la economía, ya que Milei "llegó a las elecciones con encuestas que indicaban que su partido podría perder por un amplio margen. La victoria le da a Milei tiempo con los inversores”.
De esta forma, los mercados argentinos fueron un reflejo de incertidumbre, ya que, según se indicó, "los bonos y acciones argentinos han fluctuado drásticamente en los últimos meses, mientras los mercados evaluaban si su promesa de recortar el gasto público podría sobrevivir políticamente”.
Además, el artículo enfatiza que, aunque los resultados electorales le den un respiro al Gobierno, la economía sigue dependiendo de factores externos y de la confianza de los inversores: “Un resultado sólido debería ayudar a estabilizar la confianza y acelerar los desembolsos del FMI en el marco de su programa de 44 000 millones de dólares, que se ha convertido en la columna vertebral de la financiación”.
El problema sigue siendo el peso: heredado sobrevaluado en 400 por dólar y luego ajustado a 800, todavía por encima del valor real del mercado.
El Banco Central intenta corregir con un tipo de cambio móvil del 2% mensual mientras la inflación sigue subiendo, pero la sobrevaluación empeora y las reservas se agotan rápidamente.
En otras palabras, el triunfo político no cambia la vida cotidiana de los argentinos: la plata en el bolsillo vale cada vez menos, los precios siguen subiendo y los dólares para sostener el esquema son limitados.
Como dice O’Grady, queda por ver cuánto más podrá estirarse esta situación antes de que se reconozca que el peso necesita otra devaluación.
“Ahora que la Argentina se está quedando sin dólares, es incierto cuánto más podrá sostenerse la moneda antes de que sea necesario otro ajuste”, concluye la periodista.
Asi, al menos por ahora, la Argentina parece tener que pagar la cuenta de una fiesta electoral que todavía no se traduce en alivio para la gente.
“La devaluación parece muy probable”, pronostica un economista gurú de Wall Street
A cinco días de las elecciones legislativas, el economista y gurú de Wall Street, Robin Brooks, publicó un contundente informe sobre el futuro económico de Argentina. Su análisis sugiere que una devaluación del peso argentino es no solo probable, sino prácticamente inevitable, independientemente del resultado electoral.
“Si las elecciones del domingo le resultan adversas, la ya grave fuga de capitales se acelerará, haciendo inevitable la devaluación. Si las elecciones resultan mejor de lo previsto, seguirá siendo óptimo devaluar, ya que Milei puede culpar a la oposición y escapar de la trampa de la sobrevaluación. En cualquier caso, la devaluación el 27 de octubre parece muy probable”, concluyó Brooks.
Brooks, quien es el Director General y Economista Jefe del Instituto Internacional de Finanzas, sostiene que tras las elecciones el gobierno de Javier Milei tendrá la oportunidad de devaluar el peso argentino y pasar a una flotación. Según él, esto es esencial para romper un ciclo que ha terminado en crisis de financiamiento.
Consecuencias de la Devaluación
Brooks también destaca que, una vez superada la devaluación del peso, Argentina tendrá la oportunidad de abandonar definitivamente las paridades cambiarias:
“Nada de esto es como deberían funcionar las cosas. Lo mejor que se puede decir es que, una vez superada la devaluación del peso, Argentina tendrá la oportunidad de abandonar definitivamente las paridades cambiarias. Estas paridades solo han provocado una crisis tras otra y han frenado el desarrollo.”
El economista describe un ciclo en el que la alta inflación, provocada por la devaluación, impulsa el tipo de cambio real, creando el escenario para una nueva crisis monetaria. Brooks enfatiza:
“Esto es lo que sucedió después de la última devaluación en diciembre de 2023 y es la razón por la que Argentina necesitaba el apoyo de Estados Unidos para evitar que el peso se derrumbara antes del domingo.”
