El ingreso de Ucrania a la OTAN acaparará gran parte del debate entre jefes de Estado. Su candidatura a ser miembro de la organización parece reforzarse a más de un año del comienzo de la invasión y ocupación del este del país por parte de Rusia, quien considera dicha acción como una respuesta al amenazante acercamiento de la Alianza a sus fronteras.
A pesar de que Ucrania lleva varios años en proceso de adhesión a la OTAN, su ingreso en medio de la guerra significaría una inmediata escalada del conflicto. En su estatuto, la Alianza prevé la intervención militar directa de sus miembros en caso de que uno de ellos sea atacado. En líneas generales, la participación de las potencias occidentales en la guerra sería un hecho si Kiev se convirtiese en miembro pleno. Por ahora la organización se limita (al menos públicamente) al envío de armamento, municiones y personal militar a la zona de conflicto. Aunque en las sombras, es la OTAN y, más puntualmente, EEUU quien se encuentra al mando de la estrategia político-militar llevada adelante por Kiev.
El presidente de EEUU, Joe Biden, dijo a la CNN que “Ucrania aún no está lista para ser miembro de la OTAN” y que “la guerra de Rusia en Ucrania debe terminar antes de que la alianza pueda considerar agregar a Kiev a sus filas”.
La postura de Emmanuel Macron puede considerase complementaria a la visión de Biden. Según Wall Street Journal, el mandatario francés está a favor de un status de “protección” transicional para Ucrania hasta que su adhesión a la Alianza se complete. La propuesta incluiría un esquema de “garantías bilaterales de seguridad” entre las partes, similar al modelo que utiliza EEUU para apoyar militarmente a Israel en Medio Oriente. Vale decir que Francia se venía oponiendo a la expansión de la organización hacia el este de Europa por considerarlo un acto hostil contra Rusia, con lo cual este nuevo planteo constituye un giro en relación al rol de la OTAN en el conflicto.
Alemania, por su parte, mantendrá su postura de retrasar la adhesión de Ucrania a la OTAN por temor a que su ingreso inmediato pueda ocasionar una escalada de la guerra, reportó The Telegraph.
El ministro de Exteriores ucraniano, Dmitri Kuleba, dijo que se había producido un avance importante en las posturas para apoyar el ingreso de Kiev a la OTAN. “Como resultado de la cumbre en Vilna, nuestro camino hacia la alianza será definitivamente más corto. Se trata de un resultado muy importante, del que se nos dijo, como en muchos otros casos, que no se produciría, pero lo logramos junto con nuestros socios más cercanos”, señaló el canciller en su cuenta de Threads.
