En un llamado claro y urgente, el Arzobispo de La Plata, monseñor Gustavo Carrara, advirtió esta mañana, en una nota realizada por el periodista Ari Lijalad en "Habrá Consecuencias" (El Destape Radio), sobre la creciente ausencia del Estado en los sectores más vulnerables y la necesidad impostergable de garantizar condiciones básicas para una vida digna. “Hay que tener una presencia inteligente del Estado”, expresó, remarcando que no se trata solo de presencia física, sino de una intervención eficaz, sensible y planificada.
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Carrara subrayó que existen obras esenciales que ninguna familia, por más esfuerzo que haga, puede encarar por sí sola: “Hay obras que son indispensables para la dignidad humana que no las pueden hacer las familias”, dijo. En esa línea, destacó la urgencia de garantizar servicios básicos como el acceso al agua potable, redes de cloacas y electricidad segura: “Llevar el agua potable, que haya cloacas, que haya electricidad segura” no puede ser postergado.
El Arzobispo también hizo hincapié en el derecho fundamental a la educación: “Que pueda haber una escuela accesible cerca”, sostuvo, señalando que la cercanía y calidad de la educación es un factor clave para romper los ciclos de pobreza estructural.
Finalmente, Carrara fue contundente al advertir sobre los riesgos de la desatención estatal: “Hay una intervención indelegable del Estado, sino avanza la criminalidad organizada”. Su mensaje no solo interpela a los poderes públicos, sino también a la sociedad en su conjunto, recordando que el vacío que deja la inacción estatal suele ser ocupado por redes ilegales que degradan la vida comunitaria.
Sus palabras resuenan como un llamado a la conciencia colectiva: no se trata de asistencialismo, sino de justicia estructural, y de asumir, como sociedad, que la dignidad no puede ser un privilegio, sino un derecho garantizado para todos.
