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Dolor en el fútbol argentino: Murió Ernesto Mastrángelo, gloria de Boca

El histórico futbolista del Xeneize que brilló con la azul y oro en los años '70 ganando dos Copas Libertadores y una Intercontinental, falleció a sus 75 años.

Sabado, 22 de julio de 2023 a las 12 39,

Por Gabriel Piqué

Sabado, 22 de julio de 2023 a las 12 39,

Esta mañana se dio a conocer una noticia que impacta en el Mundo Boca y todo el fútbol argentino. A sus 75 años, falleció Ernesto Mastrángelo, emblemático jugador del Xeneize en los años '70 en los que logró la Copa Libertadores 1977, 1978 y la Intercontinental de 1979.

No solo brilló dentro de la cancha, sino que Mastrángelo era un gran personaje en las concentraciones de los planteles. Además de desempeñarse en el Xeneize, también jugó en Atlanta, River y Unión.

Falleció a sus 75 años Ernesto Mastrángelo: el comunicado de Boca

Tras la muerte de Mastrángelo, Boca lanzó un comunicado lamentando la pérdida del ex futbolista: "El Club Atlético Boca Juniors lamenta profundamente el fallecimiento de Ernesto Enrique Mastrángelo, bicampeón de América y del mundo con nuestros colores, y ex empleado de la institución. Acompañamos a sus familiares y seres queridos en este triste momento. ¡Siempre te recordaremos, Heber!"

El relato de su carrera, por el propio Mastrángelo

Hace un tiempo en una entrevista con Infobae, Ernesto Mastrángelo habló de su recorrido: "Llegué a los 15 años a la Capital, para jugar en Atlanta, directo a la pensión que el club tenía en Pampa y Forest. Al primero que me encontré fue al Loco Gatti, al pie de la escalera, por donde yo tenía que subir y él bajaba. Desde ese momento anduvimos siempre juntos, aunque él ya jugaba en River. Hugo fue siempre igual, un verdadero personaje. Empecé como centro delantero y luego pasé la punta derecha. Por ese conocimiento del frente de ataque es que hice muchos goles metiéndome en diagonal".

En 1972, pasó a River: "Llegué para formar parte de un plantel espectacular, pero nuestro drama fue que éramos muy jóvenes y eso nos pesó. De mitad de cancha para adelante formábamos con J. J. López, Merlo, Alonso, yo, Morete y Mas. El Beto era un jugador espectacular, que hacía lo que quería con la zurda y Pinino tenía el arco entre ceja y ceja. Le pegaba desde cualquier lado con una puntería tremenda. En el Nacional del ‘72 ganamos por goleada muchos partidos y pudimos ser campeones, pero nos mató el reglamento, porque San Lorenzo ganó su zona y avanzó directo a la final, descansado una semana y nosotros tuvimos que jugar la semi contra Boca un miércoles y el domingo el partido decisivo con ellos en cancha de Velez, que perdimos 1-0. En ese torneo le hice goles a Boca las dos veces que los enfrentamos: en la semifinal y en el histórico 5-4 de la primera fecha", comentó.

Luego, habló de su paso exitoso por Boca: "Fui el único del plantel que disputó todos los partidos internacionales de Boca en ese ciclo. No falté ni en las Libertadores (77 – 78 – 79) ni en la Interamericana contra América de México ni en las dos finales Intercontinentales frente a Borussia, donde hice goles acá y allá. Yo me cuidaba, pero el Toto también, porque antes de los encuentros decisivos en las copas, no me ponía en el torneo local. Es verdad que fuimos campeones del mundo, pero a mí dame siempre la Libertadores", contó, y sobre Diego Maradona expresó: "Diego era un pibe bárbaro al que quise mucho. Siempre mantuvimos el contacto y la última vez que hablamos fue cuando estaba en Dubai y lo escuché muy bien, fenomenal. Fue un dolor inmenso el de su muerte porque era una persona excepcional. Cuando vino en el ‘81 hablaba poco porque nos respetaba a los más grandes. Un fuera de serie".

La comparación entre Fillol y Gatti

"Eran completamente distintos en todo. El Pato no salía a cortar los centros, mientras que el Loco era un especialista en eso, porque lo había aprendido viendo a Amadeo Carrizo en las prácticas de River. Fillol era un monstruo debajo de los tres palos, casi invencible. Le tenías que patear de segunda, tras un amago, porque de primera te la sacaba casi siempre, así le hice el recordado gol en el Monumental en la Libertadores del ‘78, cuando pasamos a la final. De Gatti me asombraba la visión de los palos que tenía, algo impresionante: ubicado de espaldas, sabía dónde estaba el arco".

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