El título de "amistoso" quedó un poco desfigurado de la realidad porque el duelo entre Unión de San Guillermo y Libertad de Villa Trinidad no tuvo ningún ánimo de competencia sana durante una simple Copa de Verano.
Se trata del clásico de la Liga Ceresina de Fútbol de Santa Fe que, a espera de iniciar el campeonato oficial, se encontraron para disputar la final en San Guillermo, al norte de la provincia del litoral. Sin embargo, el final quedó envuelto en un escandalo nacional sin definición futbolística.
El partido tuvo que ser interrumpido a los 23 minutos del segundo tiempo porque, luego de una falta zonza de Argañaraz sobre Monzón, se desencadenó una batalla campal entre los dos equipos con trompadas y patadas durante varios minutos. Y, aunque faltaba la mitad del segundo tiempo, el árbitro Rossi decidió suspender el encuentro al ver semejante violencia.
El partido venía en un clima bien caldeado y la decisión de suspender el encuentro parecía la mejor idea para bajar un poco los humos. Pero, lejos de llevar tranquilidad, los futbolistas siguieron con la pelea y hasta se acercaron al arbitro para increparlo.
En el vídeo también se ve a miembros del cuerpo técnico, e incluso hinchas.
