Tras el cierre de alianzas electorales del pasado 10 de julio, se confirmó un movimiento político que ya era evidente: Julio Zamora dejó el peronismo. El actual intendente de Tigre selló su incorporación al espacio "Somos Buenos Aires", integrado por Florencio Randazzo, Facundo Manes, Juan Schiaretti y varios intendentes del PRO. Su candidatura a senador por la Primera Sección electoral se inscribe dentro de una coalición que se autodefine como una “avenida del medio”, aunque está compuesta por dirigentes que en el pasado respaldaron las políticas del gobierno de Javier Milei.
La salida de Zamora del peronismo es el desenlace lógico de un proceso de distanciamiento sostenido y de una cada vez más clara cercanía con sectores del macrismo y el radicalismo. Un camino marcado por decisiones personales y señales que anticipaban un quiebre con la fuerza política que lo llevó al poder.
Señales de ruptura
Durante meses, el jefe comunal mantuvo una postura ambigua respecto a la unidad del peronismo tigrense. Aunque llegó a declarar que “los que ganan son los que deben convocar”, en los hechos evitó promover un espacio de diálogo o mostrar gestos de integración. No convocó a una mesa común ni impulsó una imagen colectiva que representara al conjunto del peronismo local.
Las señales de su alejamiento se multiplicaron con el correr del tiempo. A fines de 2024, participó de una actividad organizada junto a Horacio Rodríguez Larreta, en el marco de una supuesta “nueva opción por el medio”. En ese evento también estuvieron Eduardo Costantini, Juan Zabaleta, Guillermo Britos y Fabián Perechodnik, todos con vínculos con el PRO.
Más adelante, una imagen junto a Sebastián Pareja —armador de La Libertad Avanza en la provincia— tomada en Casa Rosada encendió las alertas dentro del peronismo bonaerense. Y en mayo, recorrió una fábrica en Don Torcuato junto a Mauricio Macri, en una postal que generó malestar en sus propias filas.
Alianzas y críticas
El cierre de listas terminó de confirmar la ruptura. Zamora quedó alineado con referentes que en su mayoría construyen fuera del peronismo. Florencio Randazzo, conocido por su vocación de fragmentar el espacio justicialista; Facundo Manes, parte de Juntos por el Cambio; y Juan Schiaretti, quien históricamente se opuso al kirchnerismo y al peronismo nacional.
La reacción desde Tigre no se hizo esperar. Dirigentes del justicialismo local salieron a cuestionar con dureza su decisión.
“Julio eligió jugar por afuera, con otra fuerza política, con otras referencias y otra lógica. Es una decisión válida, pero no puede ahora victimizarse. Nadie lo dejó solo: él eligió alejarse”, afirmaron desde una de las principales mesas del peronismo tigrense.
Desde el Concejo Deliberante también expresaron su sorpresa: “Fue muy sorpresivo. En el Concejo veníamos bien, tocando temas que incumben a todos los vecinos sin sobresaltos. No esperábamos que tomara este camino de abandono del peronismo”.
Rumbo incierto
Mientras amplios sectores del peronismo bonaerense buscan reconstruir la unidad para enfrentar el modelo de ajuste y endeudamiento de Javier Milei, Zamora parece haber elegido otro sendero. Uno que lo distancia del campo popular y lo acerca a una alternativa con escaso contenido político y fuerte aroma a colectora de La Libertad Avanza.
En la antesala de una nueva campaña electoral, el jefe comunal de Tigre redefinió su posicionamiento político, y con ello también reconfiguró el tablero del peronismo local, que ahora deberá reorganizarse sin uno de sus principales referentes.