El Gobierno confirmó que el presidente realizará un nuevo viaje a Medio Oriente en la primera mitad de 2026, donde encabezará la apertura de la futura embajada argentina en Jerusalén.
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Dicha decisión marca un nuevo gesto político hacia el gobierno israelí y que confirma el traslado de la sede diplomática desde Tel Aviv.
La fecha fue mencionada por fuentes oficiales tras el encuentro que el presidente mantuvo en Casa Rosada con el canciller israelí, Gideon Sa’ar.
El funcionario llegó a Buenos Aires para profundizar la relación política y económica entre ambos países.}
Milei vuelve a Israel para inaugurar la embajada en Jerusalén
Junto al canciller argentino, Pablo Quirno, encabezó la apertura del Foro Económico Argentino-Israelí, un espacio que reunió a empresarios de ambos lados y que incluyó una ronda de negocios y la presentación de proyectos para ampliar inversiones.
Durante el encuentro, Sa’ar destacó el respaldo del Gobierno argentino a Israel y sostuvo que la delegación económica enviada a Buenos Aires refleja “la confianza en las reformas impulsadas por Milei”.
También aseguró que ambos países trabajan en la posibilidad de habilitar vuelos directos.
Por el momento, fuentes oficiales señalaron que no está confirmado si Milei se reunirá con Benjamín Netanyahu en su próxima visita.
La relación entre ambos líderes se mantuvo cercana desde el inicio del mandato del libertario, especialmente por el apoyo de Argentina a Israel en medio del conflicto en Medio Oriente.
El traslado de la embajada fue anunciado por Milei en junio, durante su visita a Jerusalén. Allí afirmó que en 2026 se concretará la mudanza y ratificó el “respaldo al derecho de Israel a la defensa” y la intención de profundizar la cooperación diplomática, cultural y comercial.
El presidente también reiteró ese compromiso en su último encuentro con Netanyahu, en septiembre, donde destacó que Argentina seguirá la misma línea que Paraguay, país que reabrió su embajada en Jerusalén en 2024.
Para Milei, la decisión representa “plantarse del lado del bien y de la verdad” en un contexto global que, según dijo, “tiene la brújula moral desviada”.
