La mesa chica de la CGT volvió a reunirse esta tarde, después de un largo período sin encuentros formales que se extendió por más de un mes.
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Durante ese tiempo, la atención de la central obrera estuvo enfocada en el conflicto sindical de Aerolíneas Argentinas. Ahora, en un contexto de nuevas fricciones internas entre quienes prefieren el diálogo y los sectores más combativos, los referentes sindicales analizaron cómo seguir frente al Gobierno.
En esta oportunidad, la ausencia de Pablo Moyano, uno de los más críticos del Ejecutivo y promotor de un nuevo paro general, contribuyó a que se impusieran las posturas más dialoguistas.
A pesar de las tensiones internas, la CGT prioriza el diálogo con el Gobierno
Luego de tres horas de debate en la sede de UPCN, se resolvió apostar por el diálogo tripartito con la Casa Rosada y los empresarios, además de declarar una tregua sin medidas de fuerza hasta principios de 2025.
Juan Carlos Schmid, líder de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), fue uno de los que más insistió en la necesidad de convocar a una reunión del Consejo Directivo para definir si se continúa con el plan de lucha.
Aunque la propuesta no fue descartada, la mayoría de los dirigentes coincidió en que no hay espacio para otro paro antes de que termine el año. “No está en nuestra agenda”, afirmó un dirigente cegetista.
Dentro de la cúpula sindical estuvieron presentes referentes como Héctor Daer (Sanidad), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Gerardo Martínez (UOCRA), y Andrés Rodríguez (UPCN), entre otros.
Sin embargo, Carlos Acuña y Pablo Moyano, dos de los tres cotitulares de la CGT, estuvieron ausentes. Moyano, quien desde el Sindicato de Camioneros fue uno de los más críticos del gobierno de Javier Milei, había declarado en una entrevista que se está gestando un "paro nacional para diciembre", y que incluso podría transformarse en una "gran movilización" con la participación de otras agrupaciones.
A pesar de estas declaraciones, la mayoría de la dirigencia cegetista optó por mantener la tregua y evitar un paro antes de fin de año.
Un sector del sindicalismo del transporte, sin embargo, sigue evaluando medidas propias y no descarta organizar una protesta, como ya hicieron el pasado 30 de octubre. Algunos gremios energéticos e industriales podrían sumarse a esta iniciativa si logran consenso.
