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Quién era el padre de Victoria Villarruel, un militar orgulloso de "luchar contra la subversión"

La candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza lo califica como un "héroe de Malvinas", pero no cuenta esa "lucha tanto en el ambiente urbano como rural".

Jueves, 21 de septiembre de 2023 a las 13 55,

Por Redacción

Jueves, 21 de septiembre de 2023 a las 13 55,

En el marco del debate vicepresidencial que se llevó a cabo el miércoles por TN, el candidato de Unión por la Patria (UxP), Agustín Rossi, apuntó contra la candidata a vice de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel, al recordarle que su padre como militar recibió durante toda su vida un sueldo pagado desde las arcas estatales. Previo a eso, la libertaria había arremetido contra sus contrincantes en el debate vicepresidencial diciéndoles que, entre los cuatro, reunían 76 años de haber vivido del Estado.

Tras los dichos de Rossi, sobre la figura del padre de Villarruel, la candidata de La Libertad Avanza le respondió: “En ningún momento se compara a un héroe de Malvinas con un politiquero como es tu caso”.

Sin embargo, Villarruel solo cuenta una parte de la historia, porque su padre no sólo estuvo en la guerra contra el Reino Unido, también se vanagloriaba de haber “luchado contra la subversión” en el ámbito urbano y rural y encabezó, en plena democracia, un movimiento para no jurar por la Constitución Nacional.

La carrera militar de Eduardo Villarruel

Eduardo Marcelo Villarruel nació en junio de 1947 en Santa Fe. Era hijo de un empleado público, que se desempeñaba como administrador de un dispensario antituberculoso. Al Ejército ingresó cuando cumplió 18 años, pero tuvo que dar referencias que podrían dar fe de su buena conducta. Entonces, aportó el nombre de Mario Jaime Sánchez, quien más tarde llegó a ser el secretario privado del dictador Jorge Rafael Videla.

Cuando nación su hija y candidata a vicepresidenta, Victoria Villarruel, en 1975, él estaba destinado a Villa Martelli, y después pasó a Campo de Mayo. En abril de 1976, lo mandaron en comisión a la zona de operaciones de Tucumán, de donde volvió herido en el muslo. En ese tiempo, informaron, esa lastimadura fue durante una instrucción y fue parte de las “operaciones del Cuerpo de Ejército III contra la delincuencia subversiva”.

De esa provincia trajo consigo un diploma de honor firmado en mayo de 1976 por el genocida Antonio Domingo Bussi, por entonces jefe de la V Brigada de Infantería.

De Tucumán volvió a Campo de Mayo, donde por lo menos funcionaron cuatro centros clandestinos. En 1976, Villarruel fue calificado, entre otros, por el jefe de la Escuela de Infantería Osvaldo Jorge García y por César Amadeo Fragni, un capitán que revistaba en esa dependencia.

García y Fragni fueron condenados por el secuestro y las torturas indescriptibles que sufrió Floreal "el Negrito” Avellaneda, secuestrado con su mamá cuando tenía quince años, y a quien torturaron hasta matarlo y lo tiraron al Río de La Plata. Su cuerpo apareció en Uruguay. Su familia nunca pudo recuperar los restos.

Villarruel se especializó como paracaidista e hizo el curso de comando en la estancia La Argentina, en Entre Ríos. En ese tiempo, la Escuela de Infantería montó el Centro de Operaciones Tácticas (COT) de Vicente López en la parte trasera de la casa de Gaspar Campos, donde había vivido Juan Domingo Perón tras su regreso al país.

El error en la Conadep

El nombre de Eduardo Villarruel aparece, mal escrito, en una declaración que un exconscripto brindó brindó el 4 de abril de 1984 ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep). Al haber hecho el Servicio Militar Obligatorio (SMO) entre 1977 y 1978, el hombre se presentó a declarar y relató que en ese lugar (el COT de Vicente López) se recibían los pedidos de “área libre”.

De esta manera, se conoció que los distintos grupos de tareas se comunicaban para informar dónde iban a producir un secuestro para evitar entrar en conflicto, por ejemplo, con la comisaría de la zona.

Ese hombre, entrevistado por Pagina 12, recordó que Graciela Fernández Meijide tomó su declaración al estar interesada por su hijo Pablo, quien había sido justamente secuestrado en esa zona. En cuanto a Villarruel, contó que hizo el curso de comandos en Misiones y que volvió cambiado.

De defender la patria a no querer jurar la Constitución

Villarruel tuvo un alto cargo durante la guerra de Malvinas, ya que fue el segundo jefe de la Compañía de Comandos 602, detrás de Aldo Rico. Sin embargo, fue prisionero de los ingleses. La democracia lo encontró trabajando en la Secretaría General del Ejército dentro del Departamento de Comunicación Social.

Cuando en 1987 llegó la orden de que los militares debían jurar por la Constitución, Villarruel era el segundo jefe del Regimiento de Infantería 37 con asiento en Río Mayo, Chubut. Tras una reunión, donde el jefe del Regimiento expresó su conformidad con la disposición, Villarruel la objetó y motorizó a otros para que se opusieran.

¿Cómo quiso motivarlos? Algunos declararon que les leyó un libro del filósofo integrista Jordán Bruno Genta, asesinado en 1974, para encender los ánimos de la tropa. También, Villarruel les había dicho a sus subordinados que la jura era una provocación a las Fuerzas Armada y que le “revolvía las tripas”. Por esa situación, fue condenado a 40 días de detención por insubordinación.

“He intervenido en la lucha contra la subversión, tanto en el ambiente urbano como rural, habiendo participado activamente en la ‘Operación Independencia’, oportunidad en la cual se me otorgara el correspondiente Diploma de Honor”, escribió Villarruel en un reclamo administrativo ante el Ejército, donde no olvidó su pasado.

La figura de Victoria Villarruel y su historia obediente

En 2021, el padre de Victoria murió sin ser investigado por su “intervención en la lucha contra la subversión”, como él la llamaba.

A pesar de que la candidata a vice no tiene que ver con el accionar de su padre, desde el colectivo Historias Desobedientes, conformado por familiares de genocidas por la Memoria, la Verdad y la Justicia, la denominan “una hija obediente del genocidio” porque “obedece los mandatos filiatorios de lealtad familiar que perpetúan el silencio y justifican los crímenes”.

Victoria Villarruel participa de distintas organizaciones hace más de 2 décadas. Estuvo en la Asociación Unidad Argentina (Aunar), conformada en 1993 por Fernando Exequiel Verplaesten, exjefe de inteligencia del Comando de Institutos Militares con asiento en Campo de Mayo que terminó condenado por crímenes de lesa humanidad.  Participó también de Memoria Completa, una agrupación que se dedicaba a amenazar a periodistas y militantes de derechos humanos; Y también formó parte de Jóvenes por la Verdad, que no ocultaba su empatía con los represores de la última dictadura e incluso juntaba cartas de aliento cuando estaban presos –tal fue el caso del marino Ricardo Cavallo, detenido en España.

Los vínculos de Victoria Villarruel con los genocidas

En el debate, la segunda de Milei le contestó a Rossi que también se había reunido con “terroristas” a los que les había dado la oportunidad de confesar “sus crímenes”. Esto que dijo se pudo comprobar, al menos, con cuatro nombres.

Pedro Mercado, mayor retirado y marido de Cecilia Pando, publicó que conoció al dictador Jorge Rafael Videla a través de Victoria Villarruel.

En cuanto a su relación con Miguel Osvaldo Etchecolatz, Villarruel aparecía como fuente de consulta en el cuaderno en el que el excomisario diseñaba su estrategia de defensa para el juicio de 2006.

También estuvo en contacto con la mano derecha de Etchecolatz, Norberto Cozzani. De eso hay registros aportados por la abogada Guadalupe Godoy, quien asegura que Victoria Villarruel lo visitó en la cárcel.

Y también solía reunirse con un represor de la ESMA, Alberto González. Esto lo confirmó su abogado defensor, Guillermo Fanego.

Con información de Página 12.

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