El debate público sobre la situación de los repartidores de aplicaciones volvió a tensarse, y esta vez fue en redes sociales. La diputada libertaria Lilia Lemoine intentó desviar la discusión hacia la inseguridad y terminó recibiendo una respuesta fulminante del legislador porteño del Frente Renovador, Francisco Caporiccio, quien la dejó expuesta por desconocer —o directamente ignorar— la precarización extrema que atraviesan miles de trabajadores de plataformas.
Todo comenzó en un video tuiteado por Diagonales, donde Caporiccio exponía sobre los números del Índice APP, elaborado por la Fundación Encuentro. El relevamiento detalla con crudeza la realidad laboral de los repartidores:
- Para no ser pobre, un repartidor debe hacer 461 pedidos al mes.
- Para pagar un alquiler promedio, debe hacer 251 pedidos.
Los datos reflejan una explotación tan profunda que obliga a estos trabajadores a encadenar jornadas interminables solo para rozar la subsistencia.
Lemoine desvió el tema hacia la inseguridad y Caporiccio la cruzó sin anestesia
A partir de la difusión del informe, Lemoine intervino con su tradicional tono confrontativo: “Sabés lo que sí necesitan los repartidores? Que dejen de dispararles y asesinarlos para robarles la bici o la moto. NECESITAN QUE KICILLOF CACE A LOS DELINCUENTES Y PROTEJA A LA GENTE QUE TRABAJA! HIPÓCRITAS”.
El comentario buscó instalar el eje en la inseguridad bonaerense, evitando cualquier mención a la explotación laboral denunciada por el informe. Pero esta vez, la respuesta llegó rápido y con la contundencia de los números.
Caporiccio le contestó: “Sí, Lilia, se necesitan ambas cosas: llegar a fin de mes sin ser explotados rozando la esclavitud y trabajar sabiendo que no te van a matar cuando salís de tu casa”.
El legislador porteño también la acusó de mirar para otro lado respecto a la responsabilidad del propio Gobierno libertario: “Para eso necesitamos también que tu gobierno deje de pisar los salarios de las fuerzas de seguridad y les dé condiciones dignas de trabajo”.
Y remató: “Es una vergüenza lo que han hecho en materia de seguridad, tanto ustedes como el gobierno de Jorge Macri”.
Un golpe directo al corazón del discurso libertario: prometer orden mientras ajustan brutalmente a las policías que supuestamente deben garantizarlo.
La discusión que Lemoine quiso evitar
Varios usuarios remarcaron que Lemoine no respondió ni una sola de las cifras que dieron origen al debate. Uno de los comentarios más virales lo resumió así: “Esta señora no entiende que los repartidores ganan menos de un dólar por pedido”.
Otro usuario puntualizó: “Los repartidores no solo enfrentan la inseguridad: también un nivel de explotación que los obliga a hacer 461 pedidos para no ser pobres. Eso no contradice nada, lo completa”.
El elemento central —la explotación laboral que empuja a miles a una bicicleta o moto durante jornadas interminables— quedó completamente fuera del discurso de la diputada libertaria, que eligió interpelar con el manual básico del punitivismo oficialista.
El dato que desnuda la crisis
El informe de la Fundación Encuentro, ampliado por Infocielo, es lapidario: los repartidores tienen que trabajar niveles de carga laboral propios de una jornada extendida todos los días del mes para apenas alcanzar la línea de pobreza.
No se trata solo de “falta de seguridad”: es un modelo económico que condena a trabajadores jóvenes a la hiperprecarización.
Y ese fue el punto que Caporiccio puso sobre la mesa mientras Lemoine intentaba correrlo con chicanas.
Un gobierno que esquiva el debate real
La discusión dejó claro que el oficialismo prefiere centrar el debate en delitos callejeros antes que discutir la inseguridad económica, mucho más profunda y generalizada, que sufren los trabajadores de plataformas.
Caporiccio lo sintetizó en una frase que quedó flotando como un dardo: “Llegar a fin de mes sin ser explotados es tan urgente como no ser asesinados”.
Un mensaje que incomoda de lleno al Gobierno de Milei, cuya única respuesta sigue siendo estigmatizar mientras los números del propio mercado muestran una precarización que se agrava mes tras mes.