El Gobierno de Santa Fe avanza con la segunda etapa de la obra hídrica en la Cascada del Arroyo Saladillo, en el límite entre Rosario y Villa Gobernador Gálvez, con el objetivo de detener la erosión que pone en riesgo al Puente Molino Blanco y la Avenida Circunvalación.
Tras el abandono de los trabajos por parte de Nación, la provincia retomó la ejecución y ya alcanzó un 30 % de avance.
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El ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, subrayó que “esta compleja obra hídrica demuestra que la gestión del gobernador Maximiliano Pullaro y de la vice Gisela Scaglia está muy presente, trabajando las 24 horas para avanzar con esta segunda etapa con la que buscamos proteger el puente Molino Blanco y la Circunvalación”.
El proyecto contempla la construcción de dos pantallas subterráneas de contención, con profundidades de hasta 34 metros, destinadas a frenar la erosión retrogradante que desde hace más de dos décadas amenaza la estabilidad del arroyo.
Según Enrico, “llevamos ejecutados 13 módulos en la pantalla aguas abajo y 12 bloques de anclaje en la segunda. Además, comenzamos con la construcción de las vigas de coronamiento para conectar los bloques del lado derecho”.
El secretario de Recursos Hídricos, Nicolás Mijich, explicó que las pantallas —una continua y otra discontinua— estarán unidas por vigas horizontales de hormigón armado, asegurando estabilidad estructural y funcionamiento conjunto.
La obra, que demandará 12 meses de ejecución y una inversión superior a los $28 mil millones, se complementará con el reacondicionamiento del puente Molino Blanco y la protección de las vías de conexión entre Rosario y Villa Gobernador Gálvez, consolidando una intervención estratégica para toda la región.
