El Hospital Garrahan se mantiene en pie de lucha. A pesar de las promesas no cumplidas y las negociaciones estancadas, los trabajadores del hospital más importante del país en salud infantil no aflojan.
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Este jueves 21 de agosto, la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) convocará a un paro de 24 horas, con el objetivo de seguir presionando por un salario justo y por el cumplimiento de sus exigencias laborales.
Este paro coincide con una fecha clave: el tratamiento en el Senado de la Ley de Emergencia Pediátrica, una legislación que podría significar un antes y un después en la atención de los más chicos en todo el país.
Paro y festival del Garrahan: la lucha por la salud infantil sigue firme
A lo largo de estos tres meses de conflicto, el reclamo pudo lograr un apoyo casi total de la sociedad, con un 95% de respaldo, según cifras de la consultora Zuban Córdoba.
Sin embargo, el Gobierno nacional sigue sin dar una respuesta satisfactoria, lo que podría tener un costo político en plena discusión por la Ley de Emergencia Pediátrica.
Los trabajadores, con el peso de este respaldo social, siguen adelante, conscientes de que cada día sin acuerdo agrava aún más la situación de los niños y niñas que dependen del Garrahan.
La manifestación se extiende más allá del paro: el domingo 24, San Telmo se convertirá en el escenario de un festival familiar en Parque Lezama, con el lema "Todas las infancias importan".
En un ambiente festivo, pero con un claro mensaje de fondo, el hospital busca concientizar sobre la grave situación de la salud pediátrica en Argentina.
El evento contará con la participación de músicos como Luis Pescetti y será una oportunidad para que la comunidad se sume a la causa.
Además, se recolectarán donaciones para los pacientes del hospital: juguetes, ropa, pañales y útiles escolares.
Crisis en el Garrahan: residentes reclaman la Ley de Emergencia Pediátrica
Un residente de primer año (R1) del Garrahan cobra actualmente un sueldo bruto de $998.000. Esto, explican, no alcanza para cubrir el costo de vida, mucho menos para solventar los gastos propios de una residencia médica.
Desde el Ministerio de Salud no se dieron respuestas claras. Los residentes cuestionan la resolución 2109/2025, que cerró las residencias y los convirtió en "becarios".
Esto, denuncian, no solo empeoró sus condiciones laborales, sino que afectó su formación profesional.
El conflicto ya lleva más de un año, y las medidas tomadas por el Gobierno no han sido suficientes para calmar la situación.
Los residentes exigen con urgencia la aprobación de la Ley de Emergencia Pediátrica, un nuevo reglamento para las residencias médicas y una recomposición salarial acorde con la inflación.
Mientras el Ministerio de Salud sigue sin ofrecer soluciones, las amenazas de despido y la falta de diálogo lo único que consiguieron es aumentar la tensión en el hospital. Las medidas de fuerza continuarán hasta que se logren avances concretos.
