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Milagro: Una casa que quedó en medio del fuego pero no la tocó ni una llama

Los incendios forestales en la Patagonia mantienen en vilo a toda la sociedad. El último domingo el fuego arrasó con decenas de hectáreas en la zona de Alto Río Percy, en Chubut, pero de manera inexplicable una casa rodeada por las llamas resultó completamente ilesa.

Sabado, 10 de febrero de 2024 a las 11 48,

Por Matías Danura

Sabado, 10 de febrero de 2024 a las 11 48,

El rápido avance del fuego que en los últimos días arrasó con cientos de hectáreas en la zona de Alto Río Percy, a pocos kilómetros de Esquel, en Chubut, obligó a Gisela y Lorena a tener que abandonar su hogar para siempre. Pero los milagros suceden y su historia, será prueba de ello. Su casa resultó de manera inexplicable sin ningún tipo de daño, a pesar que el fuego destruyó todo a su alrededor. 

"Cubrí muchos, quizá demasiados, incendios. Nunca vi algo como lo de ayer", describió Fernando Soriano, periodista de Infobae que viajó al sur para contar la milagrosa historia de la casa Monte Lontano. "¿La cuidó una virgen? ¿Los muertos? ¿Fue mera suerte? Esta historia increíble pone a prueba nuestro agnosticismo", comentó el comunicador.

Milagro en medio del fuego: la historia de Gisela y Lorena 

Gisela Finocchiaro y Lorena Domínguez, dueñas de la propiedad, con resignación tuvieron que huir de la peligros zona de fuego el pasado domingo cerca de las nueve de la noche y dejar atrás su casa y en ella, todos los recuerdos y momentos vividos.

"Váyanse ya, agarren las cosas de valor y salgan urgente", fue la orden que recibieron de los brigadistas que trabajaban en evacuar la zona. Eligieron cargar con una heladera, unas baterías de litio de la energía solar y dos garrafas para que no exploten con el calor. También se llevaron varias de las fotos que decoraban las paredes de su casa.

Se tomaron de la mano mientras a sus espaldas, el fuego que avanzaba hacia su casa y a su paso devastando toda la vegetación de este páramo ubicado del otro lado del cerro La Torta, “detrás” del Parque Nacional Los Alerces“No mires atrás”, le dijo Gisela a Lorena mientras iniciaban la huida.

Según cuenta una de las protagonistas, el lunes 5 de febrero, actualizó la web del FIRMS, un sistema abierto de monitoreo satelital de la NASA sobre incendios forestales, y se encontró con un punto rojo encima de la zona de su casa ubicada en las cumbres de la zona rural de Alto del Río Percy, lugar que comenzaron a construir en el año 2018 y que tardaron un año en terminar. "Ya está, se quemó, el fuego ya pasó por la casa", le dijo Gisela a su compañera en ese momento.

En medio de la tristeza y la crisis a causa de la perdida, Gisela recuerda que miró su teléfono y vio que tenía un mensaje de un funcionario municipal de Esquel. Aquel texto, compuesto de tan solo tres palabras, pero con un video adjunto que daba prueba del milagro, decia: "Tu casa zafó".

Aún así, Lorena confesó que persistía el miedo "de que el viento se diera vuelta y regresen las llamas", pero rápidamente salieron desde Esquel rumbo a su casa. Un recorrido de unos 40 minutos por un camino de piedras solo apto para 4×4.

De acuerdo al informe de Infobae, después de varias horas de espera, ya que el camino de acceso a la casa estaba cortado por Gendarmería, Lorena fue autorizada a ingresar a la propiedad y al llegar y ver el desolador panorama, se encontró con que lo único intacto en el lugar era su casa. 

El incendió, literalmente pasó por encima de su casa y esta, ni siquiera estaba manchada de hollín. A su alrededor, el fuego se había llevado arbustos y árboles centenarios pero dejó intacta la construcción con su cartel de bienvenida en homenaje a los abuelos sicilianos de Gisela, que dice: “Monte Lontano”.

No hay demasiadas explicaciones que prueben el motivo de este verdadero milagro. El único daño registrado en la propiedad fueron los vidrios de la casa, que explotaron. Así mismo, Gisela asegura que "como es doble vidrio reventó sólo el de afuera, se ve que por el calor. Si hubiera sido vidrio simple se prendían las cortinas y chau”. "Nos salvaron nuestros muertos", afirman las dos mientras muestran un estatuilla de la virgencita de Medjugorje.

A Gisela, que apenas volvió después del fuego besó a la Virgen, remarcó: "Usaremos esa energía avasallante para reconstruir este paraíso, vamos a reforestar y a sentarnos a disfrutar de ver cómo rebrota todo, aunque tarde décadas, aunque dure 100 años, aquí vamos a estar".

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