Las protestas en Disneyland París aún continúan. Miles de trabajadores del complejo turístico ubicado en la región de Sena y Marne están luchando por sus reivindicaciones desde el martes 23 de mayo.
La semana pasada, miles de trabajadores o “cast members” del parque tomaron varios puntos y atracciones centrales provocando la cancelación de diversas actividades y numerosos espectáculos. La jornada de mayor concurrencia hasta el momento fue la del 3 de junio, donde se manifestaron cerca de 2 mil trabajadores.
Sin embargo, el hecho de mayor importancia se registró el pasado fin de semana cuando un grupo de empleados tomó el castillo de la Bella Durmiente, donde colgaron banderas de la Confederación General del Trabajo (CGT), una de las más poderosas organizaciones sindicales, para lograr que los directivos del parque escuchen sus demandas de un aumento salarial y otros beneficios laborales.
Los trabajadores tomaron virtualmente la entrada al predio, impidiendo el ingreso de los visitantes. Además, subieron al icónico castillo de la Bella Durmiente, donde hicieron flamear banderas y pancartas.
Los reclamos de los trabajadores
Los empleados exigen un aumento salarial de 200 euros netos al mes, la duplicación de los viáticos, el pago doble para los días domingos y el fin de los francos rotativos.
Estos reclamos se realizan para intentar revertir el régimen de mayor flexibilidad laboral impuesto en 2020 en medio de la pandemia, donde se instauró un sistema llamado "horarios elegidos", en el cual la patronal puede distribuir las 35 horas semanales de cada trabajador a su arbitrio: por ejemplo, 4 horas un día y 10 horas al siguiente.
Además, durante la pandemia muchos jóvenes fueron contratados por sueldos bajos, pero, en medio de un país revuelto por diferentes huelgas en contra de las medidas impulsadas por el presidente Emmanuel Macrón, estos no se quedaron callados y salieron a exigir que se cumplan sus derechos, incluyendo una mejor condición laboral.
En principio, la movilización fue convocada por sectores de base, y luego, se sumó la CGT, la CNT-SO y otras agrupaciones gremiales.
Los trabajadores rechazaron las propuestas de la empresa Disney, que consistía en un pago por única vez de 125 euros, un adelanto a cuenta del aguinaldo y cambios menores en el régimen de vacaciones.
