Ayer por la noche, Damiano David, el carismático cantante de la banda Måneskin, se presentó ante un C Art Media colmado para debutar en el país con su carrera solista.
Anteriormente el italiano estuvo paseando con su pareja, Dove Cameron, quien llevó consigo una camiseta de Boca Juniors durante sus paseos en Buenos Aires.
Luego de tocar un total de 18 canciones, la estrella del rock italiano apareció con una camiseta de Boca Juniors y gritó en un perfecto español "¡Dale Boca!" y al finalizar el show expresó "La camiseta de Riquelme", mostrando la casaca alternativa de Juan Román de 1997.
El camino de la carrera solista de Damiano
Damiano David, el carismático vocalista de Måneskin, ha dado un paso valiente hacia su propio camino artístico con el lanzamiento de su primer proyecto solista, "Silverlines". Esta canción, producida por el destacado Labrinth, conocido por su trabajo con artistas como Billie Eilish, The Weeknd y Nicki Minaj, marca un giro radical en la carrera de Damiano, quien decide adentrarse en un terreno más personal e íntimo, explorando un lado suyo que hasta ahora había permanecido en las sombras.
La génesis de "Silverlines" es interesante, ya que originalmente fue una composición de Sarah Hudson y Labrinth antes de que Damiano se sumara al proceso creativo. Con una letra cargada de esperanza, la canción trata sobre “los rayos de esperanza”, según palabras del propio Damiano, quien destaca la importancia de encontrar el lado positivo de las cosas y reconocer lo que realmente nos define como personas.
Lo que distingue este lanzamiento de todo lo que Damiano había hecho hasta ahora con Måneskin es la vulnerabilidad que ha decidido mostrar en su música. Mientras que la banda le permitió proyectarse con una imagen fuerte, segura y a veces desafiante, en su proyecto solista siente la libertad de explorar un lado más humano y vulnerable. “Quiero enseñar mi parte más humana y vulnerable”, confesó en varias entrevistas.
Damiano se mudó a Los Ángeles para concentrarse plenamente en su música. Pasó seis meses ahí, aislado de distracciones, dedicándose al proceso creativo y reflexionando sobre su vida y carrera. Aunque al principio sintió miedo de estar solo en una ciudad tan grande y lejos de su banda, pronto se dio cuenta de que “lo más aterrador a veces es lo que hay que hacer para avanzar”. Este tiempo en Los Ángeles no le permitió profundizar en su música, y en su propio crecimiento personal. “Hubo un nivel de vulnerabilidad y honestidad que nunca había alcanzado antes”, señaló.
Uno de los aspectos más destacados de la canción es la letra. Damiano expresó que su parte favorita de "Silverlines" es el verso: “Una sonrisa/ Te doy la bienvenida/ Una oscuridad/ Te he olvidado hace tiempo/ Y la paz me pertenece”. Estas palabras reflejan la dualidad de su proceso creativo, que va de lo sombrío a la luz, de la oscuridad a la paz.
El videoclip de "Silverlines", dirigido por Nono + Rodrigo, complementa perfectamente esta narrativa, presentando imágenes que reflejan una lucha interna y una búsqueda constante de posibilidades.
A pesar de la importancia que Damiano otorga al éxito en las listas, dejó claro que su objetivo principal con este proyecto solista no es ser el primero en los rankings. “No espero ser primero de inmediato”, dijo. De hecho, el artista ve su proyecto solista como una fuente de crecimiento personal que, a la larga, beneficia también a Måneskin. “Cualquier experiencia personal es provechosa para el arte que creamos”, aseguró.
Damiano, aunque no se ve haciendo música de manera solitaria durante los próximos 80 años, tiene claro que en algún momento se dedicará completamente a escribir canciones. A lo largo de su carrera, tanto con Måneskin como en este nuevo camino, ha aprendido a tomar riesgos y enfrentarse a sus miedos. “Es parte de mi personalidad”, comentó.
Para Damiano, lo más importante es ser feliz con lo que está creando y sentirse satisfecho con su trabajo. “Sé cuánto de mí debo dar para sentirme satisfecho con lo que estoy creando”, expresó.
