Bernard Flower, el músico que supo acompañar a los Rolling Stones por más de 30 años, hará un show en solitario en Argentina.
El músico se presentará el 1 de octubre en el Teatro Broadway.
Las entradas ya se pueden adquirir en la web de Plateanet en este enlace.
Bernard Fowler lleva más de 30 años en los escenarios como voz de apoyo de The Rolling Stones, formando parte de la banda desde 1989 y compartiendo innumerables recuerdos con Mick Jagger y Keith Richards. Su conexión con el público se reflejó en conciertos multitudinarios: “1,5 millones de personas en la playa de Brasil y… 900.000 personas en Cuba”, recuerda. En 2024 volvió a acompañar a la banda en shows históricos, como los de SoFi Stadium en Inglewood, reafirmando su papel como pieza clave del sonido de los Stones.
Fowler no se limitó a su trabajo con la banda. En 2019 lanzó Inside Out, un proyecto personal que llevó las letras de los Stones a un territorio completamente nuevo:
“Cada canción está hecha en spoken word… tiene poco que ver con la música de los Rolling Stones”, explica. El álbum mezcla poesía hablada y jazz: “Es más un disco de jazz, con letras de los Rolling Stones entretejidas en él”, asegura. Sobre la reinterpretación de temas icónicos, detalla: “Le puse mi propio giro, y ese giro se queda en mi cabeza… hubo mucha gente que me influenció en esa versión de ‘Sympathy for the Devil’”.
Su metodología creativa se sostiene en una máxima sencilla: “Keep it simple” (“mantenelo simple”). Fowler trabaja desde la libertad artística, incluso financiando sus proyectos de manera independiente: “Este proyecto no tuvo presupuesto… simplemente llamé a mis amigos y les dije: ‘Hey, tengo un nuevo proyecto…’”.
Su búsqueda no teme incomodidades. Él mismo lo reconoce: “Musicalmente, creo que esa actitud de ir hacia lo incómodo me sirvió mucho… nada me incomoda realmente. Musicalmente, quizá la ópera”. De hecho, no descarta incursionar en un proyecto operático: “Estuve hablando con alguien sobre hacer un tipo de proyecto operático”.
Bernard Fowler detalla su proceso creativo: “Todo empieza en mi mente. Empieza en mi cabeza. Es una melodía, una línea. Es algo que repito en mi cabeza. Cuanto más se repite, más…”, como si cada canción naciera de un susurro interno hasta tomar forma definitiva. Para Fowler, la repetición mental es el núcleo de su música, un ciclo que convierte ideas en composiciones reales.
Bernard Fowler recuerda cómo surgió su vínculo con los Stones: “Conocí a Keith Richards siendo adolescente… y sabía que si funcionaba, sería para siempre”, revela, y esa conexión se confirmó cuando Mick Jagger lo invitó a girar tras su breve paso por New York. Esa invitación lo llevó a formar parte de la banda extendida desde 1989.
Fowler también comenta su acercamiento a diferentes géneros: “Pienso que los artistas deben expandirse y no sentirse tan cómodos en su lugar. Mi consejo es simplemente ir por eso”, destacando su inclinación por lo inesperado y lo desafiante.
Su historia también muestra la complicidad con la banda: en una charla recuerda que Mick le dijo: “Escuché temas de los Stones de muchas formas, pero nunca así”, cuando Fowler presentó su versión con spoken word.
