La banda de los hermanos Kinsella, Cap'n Jazz, llegarán a la Argentina por primera vez.
El conjunto se presentará el 10 de noviembre en Niceto Club.
Las entradas ya están a la venta en la web de Passline en este enlace.
Cap'n Jazz nació como nació sin plan, sin estrategia, sin pretensión. Solo un grupo de adolescentes encerrados en un sótano, haciendo ruido. “Teníamos catorce años, y mi hermano era más joven que yo. No había una gran filosofía. No creo que hubiera ninguna conversación sobre lo que sería o sobre cómo queríamos sonar. Solo estábamos tocando música y fue como, 'Oh, esto es divertido'.”Desde el comienzo, todo fue intuición, juego y energía. “Éramos una banda de chicos jóvenes haciendo un ruido que nos gustaba, y no pensábamos mucho en ello más allá de eso. No había una gran visión de futuro. No había nadie diciéndonos qué hacer.”
Y eso mismo fue lo que marcó el espíritu de la banda: un experimento juvenil donde lo importante era el momento. “Éramos muy jóvenes. Era muy ingenuo, sin ninguna intención real aparte de divertirnos y salir del sótano.” “No nos tomábamos las cosas muy en serio. La música era un juego, y nos divertíamos mucho jugándolo. Creo que esa energía se transmitía en nuestros shows.” Improvisaban, se dejaban llevar. “La mayoría de las canciones fueron escritas sin intención, solo a través de la improvisación. La música simplemente salía de nosotros, sin mucha estructura preestablecida.”
El caos en vivo y la catarsis emocional
Los shows de Cap'n Jazz eran caóticos, imperfectos, incontrolables… pero también verdaderos. “Nuestros shows eran un desastre total la mayor parte del tiempo, pero era nuestro desastre. Era auténtico.” No eran virtuosos, y tampoco intentaban parecerlo.
“No éramos músicos expertos. Tocábamos con mucha energía y entusiasmo, y supongo que eso lo compensaba.”Lo suyo pasaba por otro lado: la conexión directa con lo que sentían en el momento. “La gente siempre nos pregunta si estábamos borrachos o drogados en el escenario, y la verdad es que solo éramos muy jóvenes y muy emocionales. No necesitábamos nada más.” “Había algo en el caos que era catártico. Simplemente liberábamos todo lo que sentíamos en el escenario.”
Un legado construido sin buscarlo
Cap'n Jazz nunca imaginó dejar una marca duradera. “No teníamos ni idea de que la gente seguiría hablando de nosotros veinte años después. Pensábamos que éramos una banda más de garaje.” Sin embargo, esa honestidad fue lo que terminó tocando fibras profundas en otros. “Cuando miro hacia atrás, entiendo por qué Cap'n Jazz resonó con la gente. Había una honestidad bruta. No intentábamos ser algo que no éramos.” “Creo que parte de la mística de Cap'n Jazz es que nunca nos tomamos lo suficientemente en serio como para arruinarlo. No teníamos expectativas, y eso nos liberó.”
“Es extraño ver cómo algo que hicimos sin ninguna pretensión se convirtió en algo tan significativo para otras personas.” Incluso inspiraron a músicos mucho más reconocidos que ellos. “La idea de que influenciamos a bandas que ahora son mucho más grandes que nosotros, es algo que nunca hubiéramos imaginado. Es halagador, pero también un poco surrealista.”
La reunión como reencuentro con el pasado
En 2017, Cap'n Jazz volvió al escenario. No para reinventarse, sino para recordar lo que fueron. “Cuando volvimos a tocar, fue un recordatorio de lo jóvenes que éramos y de la energía pura que teníamos. Es difícil recrear eso perfectamente, pero fue divertido intentarlo.” La decisión fue motivada tanto por la gente como por ellos mismos. “Sentimos que había un interés genuino y una especie de historia que la gente quería revisitar. Y para nosotros, era una oportunidad de volver a conectarnos con esa parte de nuestra vida.”
No buscaron transformarse en una banda moderna, sólo celebraron el pasado. “La reunión fue más sobre la nostalgia y la celebración de lo que fue. No estábamos tratando de ser una banda nueva, solo queríamos revivir esos momentos.” Y el público respondió con una calidez que superó sus propias expectativas. “Fue agradable ver a la gente que venía a los shows. Significó mucho que, después de todos estos años, todavía hubiera una conexión.”