Deva Premal y Miten vuelven después de 10 años en el marco de su gira por Latinoamérica con 2 invitados especiales: Joby Baker y Lady Phyl.
La fecha para esta reunión espiritual será el 23 de abril 2026 en el Teatro Gran Rex.
Las entradas se podrán a la venta únicamente en la web de TuEntrada.
Despertar, energía y la influencia decisiva de Osho
El dúo describe el despertar espiritual como un proceso interno y diverso, nunca como un instante mágico. Lo definen como “la ilusión de separación desvaneciéndose… es un proceso, un levantamiento del velo”, y explican que puede activarse desde distintos centros energéticos: “Sentí que el despertar ocurre en distintos chakras… algunos despiertan en el corazón y se vuelven generadores de amor”, mientras que otros “despiertan en chakras más altos y tienen el don de transmitir el mensaje verbalmente”.
Ubican a Osho como una influencia decisiva: “Algunos se despiertan en el primer chakra”. Recuerdan sus inicios en ese entorno: “Nos conocimos en el ashram de Osho… él era conocido como un gurú del sexo, pero en realidad nos ayudó a conectar con el chakra base… no para suprimir la energía sino para canalizarla hacia arriba”. Esa formación conjunta marcó su enfoque práctico sobre la energía como un flujo ascendente.
La música nació dentro de ese camino espiritual: “La música nació en un ashram… no estaba hecha para entretener ni para hacerse famosa, sino para apoyar la meditación y el despertar”. Ellos remarcan su coherencia desde el comienzo: “Nunca miramos hacia otro lado… siempre fue eso. Cuando dejamos el ashram simplemente empezamos a compartirla”.
Sobre el impacto en las personas reconocen: “Sentís la sed de despertar, es palpable… la gente bebe el poder sanador de los mantras y llega a un espacio silencioso”. Aseguran que el canto “invita a ir hacia adentro… no está dirigido al público”, y recuerdan testimonios conmovedores: “Personas que encontraron alegría nuevamente… incluso gente que estaba considerando el suicidio y los mantras les devolvieron gratitud, luz y vida”.
Deva profundiza en la naturaleza del mantra: “Un mantra es un sonido específico que los humanos pueden producir y que se acerca al sonido divino”. Afirma que “crea efectos en el cuerpo físico, en los cuerpos metafísicos, en las emociones y en cualidades como amor, compasión o paz”, y lo define como “sonido-medicina”. Sobre la práctica diaria insiste: “Hacer 108 ciclos energiza los Nadis… hay 108 Nadis en el cuerpo según la tradición védica”, acompañado de un consejo simple: “Elegí un mantra, comprometete 21 días, cantalo cada noche… empieza a resonar y te acompaña”.
Su guía para principiantes apunta a la sensibilidad, no a la técnica: “Cuando escuches un mantra, escuchá con el corazón, no con el intelecto”, y “cuando cantes, cantá desde el corazón. No hace falta empujar ni apurarse”. También describen la relación cuerpo-sonido: “El movimiento surge desde adentro mientras canto”, “la voz empieza a danzar… y el cuerpo se suma”, y recalcan que “no se trata de verse bien, sino de sentirlo desde adentro”.
El silencio ocupa un rol central. Deva cuenta: “Aprendí con Miten el poder de realzar el silencio a través del sonido sagrado… sin silencio después, es como contar un chiste sin remate”. Lo ilustran con humor: “Clapear después de cantar un mantra juntos es como aplaudir después de hacer el amor”, y lo resumen en una imagen clara: “El sonido y el silencio son como dos alas. Se necesitan mutuamente”, “canto para encontrar ese silencio… para descansar en él”.
La música como práctica, la naturaleza como aliada y un nuevo disco con intención sanadora
Sus discos tienen una propósito: “Cada álbum nace con una intención simple: traer paz al mundo”. Para ellos, el mantra se expande más allá del sonido: “El mantra te llena y te volvés como una rueda de oración que lo irradia al mundo”. También reconocen la influencia del entorno natural durante la grabación: “El disco está moldeado por la belleza de Costa Rica… podés escuchar cigarras y monos aulladores”.
Ofrecen una guía mínima para una práctica diaria: “El mejor lugar para empezar es con el mantra OM. Está en nuestro ADN”. Proponen un esquema simple: “Tres OMs al iniciar y tres al finalizar”, y un detalle clave: “Dejá que el M resuene en el cuerpo… muchos lo usan como un punto final y se pierden el efecto real”.
El cierre funciona como su manifiesto esencial, la síntesis espiritual de toda su obra: “Los mantras son el sonido de nuestra alma… no están afuera, ya están dentro”. Y completan la idea con su visión más profunda: “Cuando escucho un mantra, o cuando escucho hacia adentro, es lo mismo. El mismo espacio. El mismo sonido. La misma verdad”.
