Llega uno de los recitales más eclécticos e increíbles a Buenos Aires con la llegada de Steve Hackett & Genetics en el marco de su tour por Latinoamérica.
El show será el 29 de marzo en el Movistar Arena.
Las entradas ya están a la venta en la web del Movistar Arena en este enlace.
Steve Hackett: recuerdos, influencias y legado
Steve recuerda su infancia como un período fascinante, donde todo cambiaba rápidamente: “Fue un tiempo fascinante, cuando todo cambiaba tan rápido. El Londres gris y convencional estallaba en color con nuevas ideas, modas y música. Kings Road estaba en el centro de todo esto. Recuerdo haber pasado junto a Mick Jagger y Brian Jones en distintas ocasiones en la calle. Jimi Hendrix detuvo su auto en un cruce de King’s Road y levantó su sombrero hacia mi madre, que era muy hermosa”. También evocó las tiendas icónicas y la música que lo impactaba: “Aparecieron locales divertidos como Granny Takes a Trip, ¡con un auto aparentemente chocado contra la vidriera! En el Chelsea Antiques Market un día me encontré caminando entre sedas fabulosamente coloridas y escuchando música de sitar al estilo indio. Resultó ser ‘Within You, Without You’ de George Harrison en Sgt. Pepper, que recién había salido”.
Comienzos como músico
Desde muy chico sintió pasión por la música: “Siempre amé la música desde la infancia. Heredé talento musical de mi padre, que me presentó la armónica a los dos años y la guitarra a los 12. Me enganché de inmediato. Practicaba a diario y cuando compré mi primera guitarra eléctrica a los 14 años, ya quería ser músico profesional”.
Hackett amplió su paleta musical incorporando géneros e influencias de todo el mundo: “Viajé mucho en los últimos años a muchos países, incluso fuera de los tours, como Etiopía, Egipto, Jordania, Marruecos, India, Tailandia, Camboya, Borneo, Malasia y China… Todos ellos suman a mi inspiración musical”. Su acceso a sonidos orquestales le dio nuevas dimensiones: “Ahora tengo acceso a toda la gama de sonidos orquestales, lo que aporta una dimensión adicional”.
Su primer concierto con Genesis fue un desafío: “Estaba nervioso, era mi primer show con Genesis y también tuve problemas con el equipo. Pero lo superé como un bautismo de fuego, y me dieron la oportunidad de redimirme en el siguiente show, que salió muy bien”. Sobre su tiempo en la banda, destacó el aprendizaje compartido: “Fue un tiempo de aprendizaje mutuo, emocionante, nos llevamos más allá de nuestros límites personales y todos crecimos musicalmente juntos”.
Respecto a tocar con Genetics, Hackett dijo: “Se siente bien tocar con Genetics, son chicos encantadores y grandes músicos. Son una banda particularmente talentosa, y al público en Sudamérica le encanta Genesis y la interpretación que Genetics hace de la música”.
Hackett reflexionó sobre su carrera y la relevancia de Genesis: “Una vez que llegás a la edad en que ya no estás en tus veinte y pasaste tu mejor momento físico, lo que queda es la calidad del material: por eso todavía hay interés en Genesis. Y es digno de ello porque es más que música pop; la forma en que se construyeron las canciones inspiró a otros músicos a aprender a tocar batería, guitarra o teclado, y a querer ser Peter Gabriel o Phil [Collins]”.
Hackett destacó sus referentes: “Es el otro extremo de la escala, ¿no? El minimalismo de Satie y la virtuosidad de Bach, pero hay una línea oculta entre el estilo de Bach porque todo es bordado, detalle extraordinario e inimaginable. ‘Horizons’ de Genesis se basó en una pieza de Bach; escuché la melodía a lo lejos y ni siquiera sabía quién la había escrito, pero pensé: ‘Es hermosa, quizá pueda hacer algo similar’”.
Sobre la narrativa de Genesis, señaló: “Es una continuación de un estilo musical que cuenta una historia. Y como Genesis usaba alegoría e historia con romanticismo, a menudo basado en libros y raíces clásicas como la mitología griega, la música de la banda está salpicada de referencias de escritores, ya sea Homero o los poetas beat de The Lamb Lies Down On Broadway”.
Finalmente, Hackett reflexionó sobre su imagen y legado: “Es gracioso, ¿no? Usaba anteojos desde los ocho años, y luego, por supuesto, llegaron los sesenta y tenía el pelo largo. Siempre quise parecer mayor en mi adolescencia, pensaba que la edad ideal para parecer era probablemente cuarenta; tenía esta idea en mi mente de que alguien de cuarenta tenía experiencia y sabía de qué hablaba y qué hacía”.
Sobre la atención al público y la vigencia de su obra: “Quizá sea el guardián de la llama de los primeros trabajos… Siento que es una responsabilidad porque estoy muy orgulloso, y al mismo tiempo hay algo más. Muchas personas están volviendo a estas canciones ahora, y acepto que quieren verlas en vivo con la misma intensidad, así que deberían haber venido a uno de estos shows".
