Una de las bandas fundaciones y más legendarias del Black Metal, Mayhem, regresa a la Argentina este año para celebrar sus 40 años de carrera.
El conjunto noruego se presentará el martes 2 de diciembre en Groove (Av. Sante Fe 4389).
Las entradas ya están a la venta en al web de TuEntrada en este enlace y también en Tienda NoiseGround, Engendro y Locuras Rock.
El black metal noruego nunca fue solo música. En el caso de Mayhem, su brutalidad estética, sus raíces ideológicas y su rechazo sistemático a la banalización del arte construyeron una narrativa única. Noise, un referente contemporáneo del género, lo resumió así: “La propaganda lo era todo en aquel entonces. A la gente se le contaban historias gloriosas sobre orgullo, dignidad y honor. Al final, la mayoría murió en el barro, destrozada por los proyectiles.” Esta crudeza, ligada a contextos históricos reales como la guerra, también atraviesa la obra de Mayhem: sin romanticismos, sin filtros, solo devastación y verdad.
Esa misma actitud fue reivindicada por Noise cuando aclaró que sus proyectos como Menschenmühle o Yankee Division no toman partido: “Kanonenfiebers Menschenmühle y Yankee Division son 100 % apolíticos. Todo lo que encontrarás ahí será contenido históricamente correcto sin tomar ningún bando o posición.” Una filosofía que Mayhem adoptó mucho antes de que se convirtiera en discurso común: el black metal como archivo brutal de la humanidad, no como panfleto.
Desde el lado más íntimo, Necrobutcher (Jørn Stubberud) recordó en The Quietus el 25 aniversario de Deathcrush, primer lanzamiento icónico de la banda. Propuso una entrevista en un sitio cargado de historia:
“Mi idea era llevarlos al viejo lugar frecuentado por la banda… junto al cartel original de BLACK METAL que todavía está en la pared.” Ese muro, aún con la inscripción original, resume la voluntad de mantener viva la memoria física de la escena noruega.
Thurston Moore, leyenda del rock alternativo, también reivindicó a Mayhem como pioneros indiscutibles: “Hay muy pocas bandas en la historia del rock & roll que sean indiscutiblemente innovadoras genuinas. Mayhem es una de ellas.” No es un elogio vacío. Su legado anticorporativo, radical y honesto dejó una marca indeleble en la cultura del metal extremo. Y como recordatorio de su espíritu desafiante, el título de uno de sus temas más recordados resuena como epitafio y declaración: “Si muero antes de despertar…”
Ritual, gira post-pandemia y control artístico: el presente firme de Mayhem
Mayhem no bajó la guardia. Ni siquiera después de décadas de trayectoria. Attila Csihar, actual vocalista, se refirió con entusiasmo a su regreso a los escenarios: “Oh sí, en realidad estoy muy emocionado, es un gran placer estar de vuelta. La última vez… perdí mi bolso y todo eso. Pero ahora estoy de regreso y estoy muy emocionado en realidad. Todos aquí son extremadamente geniales y amables… es lindo estar de vuelta.” Pese a contratiempos logísticos, mantiene una actitud profesional y agradecida, poco común en figuras de su talla.
En el escenario, la teatralidad nunca fue exagerada ni vacía. Un detalle sobre Noise como performer lo ilustra con claridad: “Noise, el enigmático frontman, representaba escenas como llorar frente a una foto o abrazar a sus camaradas… autenticidad como intérprete.” No se trata de espectáculo, sino de convicción escénica. Mayhem entiende cada show como un ritual, no como entretenimiento.
Esa misma convicción se extiende al ámbito profesional. Noise, desde su experiencia, explicó los dilemas del artista independiente: “Uno necesita a alguien para toda la administración… contabilidad, inventario, impuestos… al firmar con un sello podés evitar todo ese trabajo extra, pero tu parte será muy pequeña.” La solución: construir su propio sello. “Noisebringer Records… nadie allá afuera puede lanzar y promocionar mi música tan bien como yo… es una montaña de trabajo… pero al final todo depende de vos. Y si trabajás duro, los resultados aparecen de inmediato.”
Filosofía DIY radical, sin atajos ni dependencias, donde la recompensa está ligada al esfuerzo personal.