El mundo del rock se encuentra de luto con muerte de Thommy Price, legendario baterista de Joan Jett & The Blackhearts y Billy Idol, quien falleció el 10 de octubre a los 68 años.
La noticia de su fallecimiento fue confirmada por su entorno cercano y rápidamente generó una ola de mensajes de admiración en redes sociales por parte de músicos y fanáticos.
Si bien aún no se sabe la causa, el músico develó años anteriores que es un sobreviviente de cáncer.
Durante tres décadas fue parte esencial de los Blackhearts, banda con la que giró desde mediados de los años 80 hasta 2016. En ese tiempo se convirtió en el motor rítmico del grupo y, según contó, también en una especie de director musical: “No sé si realmente tuve un rol más allá de ser el baterista de la banda y ayudar a Joan a crear un sonido. Creo que ella confiaba en mí, si querés decirlo así, como el director musical”, recordó en una entrevista con Sleaze Roxx.
Price comenzó a tocar desde chico, en el barrio de Brooklyn, donde formó su primer grupo, The Tablets, cuando tenía apenas nueve años. En su adolescencia se formó de manera autodidacta, empapándose de los grandes bateristas de los 60 y 70: “Crecí en los 60 y 70, así que fue bastante general. Mis influencias fueron Keith Moon, John Bonham, pero también Dino Danelli de The Young Rascals, que fue una gran, gran influencia para mí”, contó en VWMusic. Y resumió su ADN musical con humor: “Creo que nací de esos tres tipos. Me influenciaron y seguí desde ahí”.
Antes de unirse a Joan Jett, Thommy dejó su marca registrada con Billy Idol, grabando en el histórico álbum Rebel Yell. “Soy el único baterista, pero hay muchas drum machines; mucha LinnDrum en ese disco… Tal vez un poco más de la mitad del álbum son baterías reales, y el resto son samples”, explicó en VWMusic. Aquella etapa en los estudios y clubes de Nueva York fue, según él, un momento irrepetible: “Salíamos todas las noches; trabajábamos en el estudio y después íbamos al China Club o al Limelight… Estábamos por toda la ciudad. Era una gran época, justo cuando ‘White Wedding’ y ‘Dancing With Myself’ eran éxitos en los clubes”.
Con Joan Jett, la conexión fue inmediata. “¡Es genial! Es una de las mejores guitarristas rítmicas del negocio… Es como una hermana para mí”. Esa relación musical y personal lo llevó a ser parte de los momentos más emblemáticos de la banda, como la inducción al Rock & Roll Hall of Fame en 2015, donde compartieron escenario con Dave Grohl, Miley Cyrus, Tommy James y algunos de los Blackhearts originales. “Fue espectacular, loco. Fue el highlight… una de esas noches que nunca olvidás”, recordó emocionado.
Más allá de los grandes escenarios, Price también vivió momentos difíciles. En su madurez tuvo que alejarse de las giras por problemas de salud: “Estuve fuera varios años porque soy un sobreviviente de cáncer”, contó. Y explicó que ese fue el motivo que lo apartó de los shows en vivo con Joan: “De repente me golpeó eso, y mi vida cambió drásticamente. No hice muchos shows en vivo… Y eso fue lo que me sacó de los escenarios junto a Joan”.
Pese a esto, nunca dejó de crear. Desde su casa desarrollaba un servicio de pistas de batería virtuales, ofreciendo grabaciones personalizadas para artistas de todo el mundo. “Soy fácil para trabajar. Llevo tanto tiempo grabando que me siento muy cómodo en el estudio… Por supuesto, me contratan por mi estilo y mi feel”, explicó “el metrónomo del rock”.
