La web Variety confirmó en exclusiva que HBO se encuentra haciendo una serie basada en la película "V de Venganza".
Según el portal de noticias, Peter Jackson será el guionista de esta nueva producción basada en la icónica película que fue dirigida en 2005 por James McTeigue y escrita por Joel Silver y las hermanas Wachoski.
Basada en la novela gráfica de DC Comics, el film se convirtió en todo un clásico de la década de los 2000 con una historia impactante protagonizada por Hugo Weaving y Natalia Portman.
La serie tendrá a James Gunn y Peter Safran como productores ejecutivos principales. La serie se estrenará en HBO MAX y se estima que se estrene a principios de 2026.
Alan Moore marcó distancia con la industria que lo llevó al reconocimiento. En su charla con Ian Winterton dejó clara su ruptura con DC y con Hollywood: “Mi relación con DC Comics fue problemática desde casi el principio. Después de firmar contratos por Watchmen y V for Vendetta, nos dimos cuenta de que los libros nunca iban a dejar de imprimirse y nunca iban a volver a nosotros”. Esa sensación de pérdida marcó el comienzo de su alejamiento: “En ese punto, Dave Gibbons y yo decidimos no volver a trabajar con DC. No era una cuestión de dinero ni de regalías; era una cuestión de ética y de propiedad”.
El escritor se mostró desencantado con el sistema, denunciando su estructura de poder disfrazada de creatividad: “La industria del cómic, al menos a nivel corporativo, no cambia realmente. Las caras y los logos cambian, pero las prácticas siguen siendo las mismas: se trata de control, no de creatividad”. Con el mismo tono, rechazó la versión cinematográfica de V for Vendetta con desprecio: “Cuando los Wachowski me contactaron a través de DC para adaptar V, me negué de inmediato. No quería involucrarme en otra traducción hollywoodense de mi trabajo”. Y fue más allá: “Ellos querían hacerla contemporánea, relacionarla con Bush y Blair. Pero V ya era política. No necesitaba una traducción a otro contexto”.
Su decisión fue tajante: “Nunca vi V for Vendetta, ni pienso hacerlo. Ya no es mi historia. Una vez que DC se involucró, me lavé las manos”. En esa declaración, Moore dejó al descubierto su visión del arte como trinchera moral: “Hubo un tiempo en que creí que el arte y el comercio podían coexistir. Ahora sé que el sistema siempre gana, a menos que te apartes”. Y cerró con una idea tan amarga como lúcida: “La acción más radical que un artista puede hacer hoy es decir que no, rechazar la maquinaria que quiere apropiarse de vos”.
Mientras Moore se apartaba del sistema, Natalie Portman encontraba en V for Vendetta uno de los papeles más desafiantes de su carrera. En su entrevista con BlackFilm recordó la conexión inmediata con Evey Hammond: “Cuando leí el guion, me pareció uno de los más inteligentes que había visto en mucho tiempo. Era político, pero también emocional”. Portman entendió que el viaje de Evey era una metáfora del despertar en tiempos de miedo: “Evey es alguien anestesiada por el miedo. A través de V, empieza a redescubrir su fuerza”. La actriz aclaró que su intención nunca fue retratar una víctima: “No quería hacerla una víctima. Incluso cuando la torturan, está recuperando su poder. Es un proceso brutal, pero es lo que le permite ser libre”.
También habló del mensaje que la historia dejaba: “La idea de que las acciones de una sola persona puedan inspirar a otros a levantarse es poderosísima. Eso es lo que el arte debería hacer: desafiar la complacencia”. La escena del rasurado, una de las más recordadas, fue para ella un momento de exposición total: “No fue simbólica: fue real. Lloraba de verdad, no por el pelo, sino porque la escena era tan cruda que me sentía completamente vulnerable y viva”. En ese mismo tono, resaltó la confianza del guion en la inteligencia del espectador: “El guion no te daba respuestas fáciles. Confiaba en que el público podía pensar por sí mismo”. Y, sobre el trasfondo político, fue directa: “Creo que es peligroso cuando los gobiernos usan el miedo como herramienta. Cuando aceptás el miedo como parte normal de tu vida, dejás de cuestionar la autoridad. Eso es lo que Evey aprende a rechazar”.
Por su parte, Hugo Weaving, el rostro oculto detrás de la máscara, habló con Comic Book Resources sobre la complejidad de interpretar un personaje sin rostro: “Interpretar a alguien completamente oculto detrás de una máscara fue aterrador y liberador. No tenés las herramientas usuales: ni expresiones faciales ni contacto visual. Todo depende de la voz, el ritmo y el cuerpo”. Su experiencia fue tan física como conceptual: “Cuando me puse la máscara por primera vez, entendí cuánto cambia tu presencia. La forma en que los demás te perciben se transforma”.
El actor resaltó la ambigüedad del personaje: “V es ambiguo: un luchador por la libertad, pero también un asesino. Es teatral, pero profundamente serio. Esa contradicción lo vuelve fascinante”. Y remarcó su dimensión humana: “Aunque nunca ves su rostro, sentís su humanidad. La historia trata justamente de eso: de que la identidad es más que la apariencia”. También destacó la profundidad del guion: “El guion no simplificaba. Permitía la ambigüedad, y eso es raro en el cine comercial”.
Weaving cerró con una reflexión que resume el espíritu de la película: “V representa el poder de las ideas. Podés destruir a un hombre, pero no podés matar una idea. Ese es el corazón de la historia”. Y agregó una última mirada esperanzadora: “Para mí, V for Vendetta no fue solo una película sobre la rebelión, sino sobre la esperanza: la posibilidad de que la gente pueda cambiar el mundo cuando pierde el miedo”.
