Luego de un un gran año para Winona Riders, anuncia el último gran recital del año presentando "Quiero que lo que yo te diga sea un arma en tu arsenal".
El conjunto tocará el viernes 19 de diciembre en el Teatro Flores.
Las entradas ya se pueden adquirir este enlace.
Cómo la banda conquistó el Templo del Rock
El Estadio Obras fue testigo de muchos de los momentos más importantes en la historia del rock argentino. Ahí, Soda Stereo dio su legendario show de 1986 presentando Nada personal, justo antes del éxito masivo que fue Persiana americana. También Los Redondos se presentaron en 1991 en pleno lanzamiento de La mosca y la sopa. Ayer, viernes 9 de junio, otra página dorada se escribió con letras grandes: Winona Riders en Obras.
Los días previos ya lo anticipaban: un show de cuatro horas, desde las 20. Una propuesta impensada —y a la vez desafiante— en tiempos donde la atención está completamente rota. Sin embargo, la banda se plantó con distorsión, canciones largas y un público fiel.
La banda tocó su discografía completa de forma directa y la energía en el lugar era irresistible. Por un lado teníamos a los seguidores que dejaron la vida en la multitud con pogos, entrando y saliendo con una sonrisa enorme en la cara. En el medio, hubo un linchamiento a un desubicado que se atrevió a querer romper esa energía intentando un robo. Nadie iba a salirse con la suya, la energía que formó "El templo del Rock" era una bendición para quienes buscábamos un sentimiento genuino. Por otro lado, teníamos quienes disfrutaron el show de manera hipnótica, totalmente entregados al sonido del éxtasis, dejando que entre a los oídos para invocar al Dios del Rock y que se haga presente una vez más en Obras.
La unión generacional fue otro protagonista. Juventud y experiencia convivieron en equilibrio: los más chicos agitando en el centro del estadio, mientras alrededor se veía una comunión de saludos, reencuentros, abrazos. Esas caras conocidas que también militan por esta causa.
Lo de Winona Riders fue más que un recital. Fue una experiencia sensorial y social, un grito de valores y principios donde lo auténtico y lo musical se vieron frente a frente, chocaron cabezas para explotar y marcar un nuevo hito para nuestro amado rock.
