En los dos primeros años de la administración de Javier Milei, el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) experimentó una pérdida real del 35,9%, superando el deterioro registrado en Gobiernos anteriores. El monto pasó de $146.000 en noviembre de 2023 a $328.400 en noviembre de 2025. Este incremento del 124,9% se contrapone a una inflación acumulada del 250,7% (incluyendo una proyección del 2,5% para el último mes).
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El poder adquisitivo por hora se vio reflejado en un aumento de $730 a $1.642 en ese mismo lapso de 24 meses. La comparación con productos básicos es elocuente: mientras que en octubre los $730 permitían adquirir "un litro y medio de leche fresca", el valor actual de $1.642 apenas alcanza para un litro.
La caída no es solo interanual. Se proyecta que durante el transcurso de 2025, la pérdida de poder adquisitivo será del 8,5%. En diciembre de 2024, el SMVM era de $279.718 y se estima que en diciembre de 2025 ascenderá a $334.800, lo que representa una suba del 19,7% frente a una inflación pronosticada del 30,8%.
Es importante destacar que la caída del SMVM es una tendencia de más larga data, con un deterioro acumulado del 60% desde 2011.
Se viene más ajuste
Debido a la falta de acuerdo entre los representantes de los sectores sindical y empresarial, fue el Gobierno quien determinóesta semana los valores del SMVM. Esta práctica se ha mantenido desde el inicio de la gestión actual y, en este caso, los montos se han fijado hasta agosto de 2026.
El esquema aprobado revela un escalonamiento decreciente mensual. Por ejemplo, el incremento entre agosto ($322.200) y noviembre ($328.400) fue de tan solo 1,92%, mientras que la inflación acumulada en esos meses alcanzó el 6,43% (1,88% en agosto, 2,08% en septiembre y 2,34% en octubre).
Los aumentos futuros también muestran esta tendencia, variando desde el 1,95% (noviembre-diciembre) hasta el 1,13% (julio-agosto de 2026). Según estas cifras, entre agosto de 2025 y agosto de 2026, el salario mínimo aumentaría solo un 16,9%. Esto sugiere que la política salarial oficial apunta a incrementos paritarios que se aproximen a un 1% mensual.
Implicancias legales y económicas
Un reporte del Centro de Investigación y Formación de la República (CIFRA) subraya que, si el salario mínimo hubiera conservado su poder de compra a lo largo de la última década, su valor actual superaría los $800.000, más del doble del monto vigente.
Luego de este declive histórico, el valor real del salario mínimo se sitúa por debajo del nivel que mantuvo durante la mayor parte de la década de 1990 e incluso durante la crisis terminal de la Convertibilidad. Esto ocurre porque, al igual que en esos períodos, la política de SMVM fue "deliberadamente abandonada" como herramienta para establecer pisos salariales y reducir la desigualdad de ingresos.
La Ley de Contrato de Trabajo establece que el SMVM tiene tres características fundamentales:
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Es la menor remuneración en efectivo para un trabajador sin cargas de familia por su jornada laboral.
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Debe garantizarle "alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y cobertura previsional".
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Debe ajustarse periódicamente según las variaciones del costo de vida.
La realidad actual demuestra que el SMVM vigente no cumple con ninguno de estos objetivos legales.
El salario mínimo tiene incidencia directa en los trabajadores registrados (mensualizados o jornalizados) cuyos ingresos están por debajo del piso legal, e incide indirectamente como referencia para los trabajadores no registrados o informales, que representan cerca del 40% de los asalariados.
Finalmente, al ser inferior al haber jubilatorio mínimo, no se aplica la garantía del 82% del SMVM para aquellos jubilados que realizaron 30 o más años de aportes sin recurrir a moratorias.