El inicio del 2026 estará marcado por una serie de aumentos en precios regulados y servicios privados que ejercerán una renovada presión sobre el presupuesto de los hogares. Aunque el contexto general muestra una inflación en desaceleración comparada con periodos anteriores, enero concentra subas en rubros críticos como tarifas, combustibles y salud. El mercado seguirá de cerca la dinámica de estos ajustes para determinar si su impacto se mantiene acotado o si genera nuevas presiones sobre la inflación núcleo, en un escenario donde el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) proyecta una inflación mensual cercana al 2% para el primer mes del año.
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Mercado inmobiliario y el peso de los alquileres
En el sector de la vivienda, los inquilinos que aún mantienen contratos regidos por el Índice de Contratos de Locación (ICL) enfrentarán uno de los ajustes más significativos del mes, con una suba anual que se ubicará cerca del 36%. Si bien la desregulación ha reducido la proporción de este tipo de contratos en las nuevas operaciones, el volumen remanente de acuerdos bajo el régimen anterior mantiene a este rubro como uno de los principales focos de presión sobre el gasto fijo mensual de las familias argentinas.
Reconfiguración de subsidios y tarifas energéticas
El sistema energético iniciará una transformación profunda con la aplicación de un nuevo esquema de subsidios que busca trasladar el costo real de la energía a los usuarios para ordenar las cuentas públicas. Este modelo simplifica la división entre hogares con y sin asistencia estatal, utilizando como criterio de exclusión un umbral de ingresos familiares fijado en tres Canastas Básicas Totales, además de diversos factores patrimoniales. Como consecuencia de esta "normalización de precios", las boletas de electricidad y gas registrarán incrementos, impactando especialmente en los sectores de ingresos medios y altos.
Combustibles y su efecto multiplicador
El rubro de los combustibles también será protagonista debido a la actualización de los impuestos al combustible líquido y al dióxido de carbono. La Secretaría de Energía aplicará el remanente pendiente de 2024 y de los primeros dos trimestres de 2025, lo que se traducirá en un alza directa en el precio de la nafta y el gasoil. Este ajuste no solo afecta a los usuarios particulares en el surtidor, sino que actúa como un factor multiplicador en la estructura de costos de transporte y logística, incidiendo directamente en el índice de inflación mensual.
El nuevo cuadro tarifario del transporte público
El transporte sufrirá modificaciones sustanciales tanto en CABA como en la provincia de Buenos Aires. En la Ciudad, el boleto de colectivo subirá un 4,4%, mientras que en territorio bonaerense el incremento será del 4,5%. Por su parte, el subte porteño elevará su pasaje a $1259, fijando el valor del premetro en $440,67. Asimismo, los conductores bonaerenses deberán afrontar un encarecimiento del 21,8% en la Verificación Técnica Vehicular (VTV) a partir del 16 de enero, respecto de los valores vigentes desde julio.
Medicina prepaga y servicios de comunicaciones
Finalmente, los servicios de salud y comunicaciones registrarán actualizaciones en un marco de mayor libertad tarifaria. Las empresas de medicina prepaga han comunicado subas de entre el 2,2% y el 2,9% para enero, afectando tanto a las cuotas como a los copagos. En paralelo, los servicios de internet, televisión por cable y telefonía móvil aplicarán ajustes de entre el 3% y el 4,5%. Para mayor transparencia, los usuarios pueden utilizar la plataforma digital de la Superintendencia de Servicios de Salud para comparar prestaciones y tarifas en este inicio de año.
