Después de un período complicado para el sector, la mayor empresa láctea del país volvió a cerrar números en rojo.
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Entre enero y junio, Mastellone Hermanos —dueña de La Serenísima— perdió $869 millones, después de haber mostrado ganancias récord el año pasado gracias a la devaluación.
El retroceso es un nuevo síntoma de un consumo masivo que no repunta, especialmente en los hogares de ingresos medios y bajos.
La propia compañía admitió que el mercado avanza “más lentamente” por el freno en la recuperación del poder adquisitivo.
Mastellone perdió $869 millones en 2025 por la caída del consumo masivo
El 2024 había sido un respiro para la firma, que capitalizó las diferencias de cambio tras el salto del dólar de diciembre. Pero este año, sin ese ingreso extra y con costos financieros más altos, el balance cambió de signo.
En el mercado interno logró vender un 4,5% más que en el mismo período de 2024. Aún así, la caída previa del consumo de lácteos fue tan fuerte que el repunte no alcanza para compensar el golpe.
Las exportaciones crecieron apenas un 2,2%, con márgenes muy bajos en la primera mitad del año.
Mastellone procesa más de 3,6 millones de litros diarios, incluyendo su alianza con Danone.
Aun así, no escapa a la crisis: su ratio de liquidez se desplomó y el flujo de efectivo operativo cayó casi 75% respecto al año pasado.
En 2023, la empresa había perdido más de $13.000 millones, golpeada por controles de precios y suba de costos. La devaluación de diciembre fue un alivio transitorio que hoy ya se esfumó.
De cara al segundo semestre, la compañía apuesta a que una baja en la inflación y cierta estabilidad cambiaria revivan la demanda. Pero, sin un repunte real del salario, el desafío parece más grande que nunca.