Shireen Abu Akleh, una periodista palestina que cubría los ataques del ejército israelí, fue asesinada días atrás por balas del ejercito de ocupación de Israel, en el Campamento de Refugiados de Jenín.
Este viernes se llevó adelante la ceremonia funeral de la periodista, y la policía de Israel comenzó a atacar a los participantes de la despedida, sin ningún tipo de respeto por el ataúd que llevaba el cuerpo de la periodista.
Según sostuvieron luego los efectivos policiales, fueron provocados por los manifestantes, sin embargo, en el contexto en el que se desarrolló el episodio, no había lugar para la violencia policial desmedida.
El Ministerio de Salud documenta 50 palestinos asesinados por israelíes desde principios de año. Por su parte, en un comunicado, Al Jazeera dijo que las fuerzas de ocupación israelíes «asesinaron a sangre fría» a su corresponsal. Esto, añadió, fue «un asesinato flagrante, que viola las leyes y normas internacionales». La Red de Medios de Comunicación de Al Jazeera condena este atroz crimen, que sólo pretende impedir que los medios de comunicación cumplan con su deber.