El presidente Javier Milei volvió a quedar en el centro de la escena, esta vez en Bolivia.
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Durante la asunción del nuevo mandatario, Rodrigo Paz Pereira, el líder libertario generó un revuelo inesperado en el Congreso boliviano.
Acompañado por su hermana Karina y el canciller Pablo Quirno, Milei ingresó al recinto entre aplausos y teléfonos levantados.
Legisladores y funcionarios lo rodearon para sacarse selfies, desbordando por momentos el protocolo de la ceremonia.
Milei viajó a Bolivia para la jura de Rodrigo Paz como nuevo presidente
El propio director de audiovisuales de Presidencia, Santiago Oría, celebró el momento en redes con la frase: “Furor por Javier Milei en el Parlamento Boliviano”.
Según testigos, el Presidente tardó varios minutos en llegar a su palco por la cantidad de pedidos de fotos.
Ya ubicado en el sector de mandatarios, protagonizó saludos desiguales. Con el uruguayo Yamandú Orsi se mostró sonriente, mientras que con el paraguayo Santiago Peña el intercambio fue más efusivo.
La presencia de Milei fue la más comentada del evento. Incluso el vicepresidente de Bolivia, Edman Lara, lo mencionó en primer lugar durante su discurso.
Sin embargo, entre diplomáticos y observadores hubo cierto malestar por la desmedida atención que generó el mandatario argentino, más propia de una figura mediática que de un jefe de Estado.
El flamante presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, asumió el mando con la promesa de impulsar un modelo de “capitalismo para todos” y de volver a abrir el país al mundo.
En su discurso, marcó distancia de las gestiones anteriores y aseguró que Bolivia “vuelve al mundo y el mundo vuelve a Bolivia”.
Su mensaje tuvo puntos en común con el que Javier Milei dio tras las elecciones legislativas de octubre, cuando habló de una nueva etapa de crecimiento basada en el libre mercado y en un vínculo más cercano con Estados Unidos.
Ambos comparten el discurso de apertura y el rechazo a los modelos intervencionistas que dominaron la región en los últimos años.