El dirigente político y economista oriundo de Tarija, Rodrigo Paz Pereira, de 58 años, confirmó su triunfo en la segunda ronda electoral de Bolivia este domingo, al obtener el 54,55% de los sufragios. El dato proviene del cómputo rápido que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) registró al alcanzar el 97,6% de las actas verificadas.
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Este éxito simboliza la conclusión de un ciclo de dos décadas de predominio de la izquierda e inaugura un horizonte político diferente en la nación andina.
Paz, cuya postura se define como liberalismo centrista, junto a su candidato a vicepresidente, Edmand Lara, superó por nueve puntos porcentuales al expresidente Jorge "Tuto" Quiroga, de la coalición Libre. Quiroga obtuvo un 45,44% de los votos en lo que se considera un día memorable para la institucionalidad democrática boliviana.
La jornada de votación fue catalogada por el TSE como "ordenada y sin contratiempos", transcurriendo sin sucesos graves y registrando una alta concurrencia de ciudadanos.
El próximo jefe de Estado tomará posesión de su cargo el 8 de noviembre para el mandato 2025-2030.
Su gestión tendrá el desafío de afrontar una economía vulnerable, caracterizada por la falta de combustibles, un fuerte déficit presupuestario y una sostenida carencia de moneda extranjera, producto de la disminución de las Reservas Internacionales Netas (RIN).
Bolivia se encuentra en una coyuntura de cambio político después de un período de veinte años marcado por la influencia del partido Movimiento al Socialismo (MAS).
"Reconciliación"
Luego de que se anunciaran los primeros resultados, Edman Lara dijo que "es tiempo de hermandad y reconciliación" en Bolivia. "Fuimos acechados por una guerra sucia muy fuerte, se metieron con la familia se metieron con todo lo que podían, pero es tiempo de reconciliación, es tiempo de pensar en la patria", afirmó Lara a la prensa a las afueras de su casa en la ciudad de Santa Cruz, tras ser cuestionado sobre su rival, "Tuto" Quiroga.
Rodrigo Paz tendrá la mayor bancada del Parlamento boliviano, luego de conseguir sorpresivamente la votación más alta en la primera vuelta. La segunda más numerosa será la de Quiroga. Pero ninguno tendrá mayoría y se verán obligados a llegar a acuerdos. Paz plantea una fuerte descentralización y un "capitalismo para todos": un programa de formalización de la economía, con reducción de impuestos y eliminación de burocracia.
El presidente electo pedirá créditos hasta reestructurar las finanzas internas, dice, a diferencia de su rival, que prometía un "plan de salvataje" basado en préstamos internacionalesmultimillonarios. Prometió en la campaña fuertes recortes al gasto público, sobre todo a la subvención de carburantes, algo que los especialistas aseguran que profundizará la crisis antes de salir a flote de nuevo. "Si quien sale vencedor no realiza medidas que vayan a apoyar al sector más vulnerable, eso puede desembocar en un estallido social", dijo Daniela Osorio Michel, politóloga del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (Giga).